El oficio del Sestao castigó al Castilla

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El partido fue aburrido, con muy poco fútbol. Ritmo lento, el juego parado continuamente... A eso quería jugar el Sestao River y a eso se jugó. El equipo local no tuvo apenas oportunidades para llevarse los tres puntos, pero tuvo una acción aislada que enchufó y que le sirvió para conseguir su objetivo.

Y eso que el Castilla comenzó el encuentro con intensidad y teniendo las mejores ocasiones. En la primera parte, los blancos remataron a la madera hasta en dos ocasiones. Pero la pelota no quiso entrar. Al descanso, el 0-0 hacía presagiar una segunda mitad aún más trabada. El Sestao se atrincheró cuando le tocó defender y buscó salir al contragolpe o cazar alguna jugada, algo que sucedió mediada la reanudación.

El 1-0, obra de Gaizka Martínez, dejaba al Castilla con media hora por delante para intentar remontar un encuentro en el que nadie habría dicho que el Sestao pudiera adelantarse. A raíz del primer tanto, los locales sí tuvieron alguna ocasión más para ampliar su ventaja. El equipo de Solari, por su parte, apretó los dientes y se fue arriba en busca del empate que le diera al menos un punto. Pero fue imposible.

Por un lado, por la veteranía y el oficio del Sestao, cuyos jugadores sabían muy bien a qué jugar y lograron sacar de quicio a los blancos. Y por otro, porque el colegiado fue excesivamente riguroso con el Castilla y muy permisivo con el equipo vasco. De hecho, en la primera mitad se pudo quedar el cuadro local con un hombre menos tras una durísima entrada por detrás a Aleix Febas que sólo fue merecedora de amarilla. Al filial madridista, para no variar, le amonestaron a varios jugadores por cuestiones mucho menores.

En definitiva, una ocasión perdida y tres puntos que se van y alejan un poco del objetivo al Castilla, que tendrá que pelear mucho en las jornadas finales para conseguir el deseado puesto en play off.