El 'Todo OK, José Luis' se repite en el derbi de Segunda B

El Real Madrid Castilla perdió en el derbi de filiales contra el Atlético B.


Castilla-Atleti B

Castilla-Atleti B




El árbitro ‘reventó’ un derbi tranquilo. El alto voltaje que tuvo el partido de la primera vuelta volvió por sus fueros por culpa del colectivo arbitral en el Estadio Alfredo Di Stéfano. El ‘Todo OK, José Luis’ se repitió en Segunda B. El madridismo tiene razón de estar harto con deleznables arbitrajes. El penalti que pitó para darle ‘vida’ al Atlético es absolutamente un despropósito.

El partido estaba tranquilo. Un duelo intenso, pero del que el árbitro no tuvo nada que ver. En el minuto 16 marcaba Garcés y ponía el 0-1, pero el Real Madrid Castilla se ‘reenganchó’ y primero con un palo de Cristo y un par de ocasiones, intentó buscar el gol. En el minuto 30 lo encontró con De Frutos. El partido sin aparentes noticias, más allá del empate, y de la aparición de Vinicius Júnior en la grada.

En el 48’ todo cambió. Ahí salió a flote el carácter arbitral para reventar el derbi en dos pasos. Primero un penalti inexistente, pero inexistente de los de verdad, en el que el jugador colchonero se desploma sin que nadie le toca y el colegiado sin dudarlo pitaba penalti. Cristian lo transformaba ante Belman, pero todavía faltaba otra ‘sorpresita’…

Guzmán Mansilla le mostraba la segunda amarilla a Javi Sánchez. El Castilla tenía un 1-2 y tenía que jugar con 10 jugadores. Al minuto siguiente Óscar Pinchi ponía tierra de por medio. El equipo de Manolo Díaz buscaba reaccionar de la dura estocada arbitral y quiso recortar distancias en el tramo final del encuentro. La perseverancia no faltó y se sobrepusieron a las decisiones arbitrales. Visto que se podía buscar la remontada, se incrementó el nivel demencial del árbitro y expulsaron a De la Fuente para dejar al Real Madrid Castilla con 9 jugadores sobre el campo. ¡Alucinante! El partido, pese a todo, y con el Atlético con 12 y el Madrid con 9, acabó en el área rojiblanca con Cristo asediando la portería. El marcador, sin embargo, no se volvió a mover. Misión cumplida para Guzmán. ¡Solos contra todos!