Juan Carlos salvó los muebles al final

Empate a domicilio del Castilla, que volvió a mostrarse irregular a domicilio. Juan Carlos y Fran Rico, los goleadores del conjunto entrenado por Alejandro Menéndez





A partir de ese momento el Castilla aprovechó el lógico aturdimiento del Gimnástica Torrelavega por lo acaecido a su jugador para apretar la portería defendida por Melero. Y ese esfuerzo tuvo su recompensa cuando el colegiado señaló penalti, cometido este sobre Juan Carlos, a favor del equipo madridista, el cual fue aprovechado por Fran Rico para poner el definitivo 2-2 en el marcador. Un punto que produce sensaciones contradictorias en la expedición merengue, ya que si bien se ha perdido otra oportunidad de acaercarse a los primeros clasificados, viendo la evolución del partido las cosas pudieron ser mucho peores para los jugadores entrenados por Alejandro Menéndez, que por momentos se vieron desbordados por el juego directo del conjunto cántabro.

No empezó mal el partido para los intereses del Castilla. Y es que una indecisión de la zaga de la Gimnástica Torrelavega fue aprovechada habilmente por Juan Carlos para marcar el primer gol del encuentro cuando se llevaban tan solo 30 segundos del encuentro disputados. Pero ese tanto, lejos de hundir al equipo local, hizo que se fuera absolutamente al ataque, y con un juego directo basado en balones largos y en el balón parado consiguieron remontar el choque en apenas 25 minutos. En primer lugar fue Bubu quien, tras un balón largo, firmó las tablas en el marcador allá por el minuto 20, y cinco minutos después Collado, de remate con la zurda, culminaba la remontada batiendo a un Adán que no pudo hacer nada para evitar alguno de los goles.

LA GIMNÁSTICA PERDONÓ... Y LO PAGÓ

El desconcierto se apoderó entonces de un Castilla que volvió a ver como un equipo le volviía a remontar un partido llevando el resultado a favor, al igual que ocurrió la semana pasada ante el Vecindario en Valdebebas. Sin ideas en ataque, y con muchos nervios en defensa, sólo la suerte y Adán impidieron que la Gimnástica se fuera al descanso con un marcador mucho más abultado de lo que reflejaba el marcador en aquellos momentos.


Tras la reanudación, el Castilla pareció dar un paso al frente en su idea de sacar algo positivo de su visita a tierras cántabras. Sarabia, cuando se llevaban transcurridos siete minutos, tuvo el empate en sus botas, pero lamentablemnete el balón se marchó desviado. No fue hasta el contratiempo sufrido por Dani Cobo, que se desvaneció sin causa aparente sobre el terreno de juego, cuando la Gimnástica bajó la intensidad y el Castilla pudo entonces igualar el partido. Fue gracias a Fran Rico, quien de penalti puso el definitivo 2-2 en el marcador que puede saber a gloria para el equipo madridista o no, según del punto de vista en que se mire.