El Castilla golea desde la inercia

RM.Castilla 4-1 UD.Lanzarote


Juan Carlos, ante el Lanzarote




Y es que el pasado domingo en Oviedo, el Real Madrid Castilla prácticamente terminó de enterrar sus pocas opciones de optar al ascenso con un 2-1 que, aunque algo injusto, le dejaba a nueve puntos de los puestos de privilegio a falta de sólo quince por disputarse. Y eso se notó en el partido de esta tarde ante el Lanzarote, colista de la categoría aunque con opciones de salvarse. Y es que el primer filial blanco poco menos que se dejó llevar durante casi toda la primera mitad.

Y hay que recalcar el ‘casi toda’ porque lo cierto es que los primeros compases sí fueron de vértigo. Pues en el minuto siete de partido los chicos de Alejandro Menéndez ya ganaban por 1-0 gracias a un tanto de Juan Carlos. El menudo y veloz extremo aprovechó un pase en profundidad para encarar al meta visitante solo. Y, como no podía ser de otra manera viniendo de Juan Carlos, con un recorte se deshizo de él para marcar a placer. Sin embargo, la alegría duró muy poco en las filas blancas, pues apenas cuatro minutos después el Lanzarote se encargó de rebajar la euforia de los locales, que hoy casi no contaron con apoyo en las gradas del Di Stéfano. Fue Raúl Torres con un fuerte y ajustado disparo al palo derecho de Adán el encargado de llevar el empate al electrónico.

La ficha:

4 - RM.Castilla: Adán; Nacho, Gary (Luis Hernández 54’), Juanan, Marcos Alonso; Sarabia (Vázquez 66’), Cordero, Mosquera, Juan Carlos; Rubén Ramos (Samu 80’)y Cristian.


1 - UD.Lanzarote: Miguel; Moncho (Ian 73’), Andrés Luiz, Richard, Juachi; Ayoze Pérez, Jotha, Vladimir, Raúl Torres (Carlitos 61’); Rubén Rodríguez y Jonathan Torres (Maykel Padrón 83’).

Goles: 1-0, Juan Carlos (7’); 1-1, Raúl Torres (11’); 2-1, Sarabia (65’); 3-1, Vázquez (p.) (79’), 4-1, Samu (90’).

Árbitro: Pedro Sureda. Amonestó a Cordero (43’), Jotha (51’), Andrés Luiz (74’). Expulsó a Richard por doble amonestación (58’ y 79’),

Incidencias: Estadio Alfredo Di Stéfano. Apenas medio millar de personas aproximadamente.

Unas tablas que se mantuvieron en el marcador durante los restantes treinta y cinco minutos hasta el paso por los vestuarios. Y es que ni el Castilla ni el Lanzarote dieron señales de vida. Es cierto que a los locales les faltaban tres titulares como Rodrigo (convocado con la Sub-19), y Mateos y Juanfran (convocados con el primer equipo), pero al cuadro madridista hace ya unas fechas que le cuesta practicar ese tiqui-taca tan característico que le ha imprimido Menéndez este año y que tan bien han llevado a la práctica durante gran parte de la temporada. Y al Lanzarote por su parte poco más se le podía pedir. De hecho fue el único que se acercó a la portería rival antes del descanso a través de Jonathan Torres. El ariete visitante desaprovechó un claro contraataque en el treinta y siete, pero aún así pudo tirar a puerta y probar a un Adán que respondió fabulosamente.

Sarabia abrió el melón y Vázquez lo remató

Los pocos aficionados congregados hoy bendijeron la llegada del descanso, ansiosos porque tras la reanudación los equipos salieran más enchufados, pero desafortunadamente no fue así, y los primeros compases de la segunda mitad fueron tan atropellados y poco precisos como lo fueron los anteriores. Sólo Sarabia pudo poner algo de picante a un sosísimo plato y de paso adelantar al Castilla en el sesenta y cinco. Una buenísima triangulación en la banda izquierda (de las pocas hoy) dio a parar con Marcos Alonso pegado a la cal de fondo. El lateral zurdo centró al punto de penalti, donde estaba el joven Sarabia para volear a puerta sin que el meta local pudiera hacer nada. Poco tiempo tuvo el joven extremo para celebrar el tanto, pues Menéndez le cambió antes de sacar de centro por un Vázquez que animó un poco el partido con su movilidad.

Carmelo Hernández, técnico del Lanzarote, cambió a su lateral para sacar a un extremo en un último intento por sacar algún punto de la capital, pero fue a partir de esos momentos cuando el filial blanco empezó a tomar el control del partido y jugar sus mejores minutos. De hecho en otra buena triangulación llegó el penalti que sirvió para certificar el tercer gol y la goleada. Fue al propio Vázquez al que arrolló Richard dentro del área (que vio su segunda amarilla), y fue el mismo Vázquez el que trasformó la pena máxima en el setenta y nueve para meter definitivamente la victoria en el saco merengue. Cristian tuvo tiempo para estrellar una vaselina en la madera, y Samu para marcar el cuarto en un mano a mano que resolvió magníficamente con una vaselina certificando un 4-1 logrado prácticamente desde la inercia.

FOTOS: realmadrid.com