Toril se enfrenta a su pasado

El entrenador del Juvenil A jugó en las filas del RCD Espanyol, próximo rival del equipo blanco en las semifinales de la Copa del Rey





José Alberto Toril, entrevistado recientemente por Defensa Central ha tenido una larga carrera como jugador de fútbol antes de comenzar su andadura en los banquillos. Era un centrocampista con un altísimo nivel técnico y un perfecto manejo del balón con ambas piernas. Versátil y polivalente, Toril podía jugar en varias posiciones del centro del campo e incluso, como líbero. Se desenvolvía a la perfección en la banda derecha y como mediapunta, aunque su posición natural era la de mediocentro organizador. Su gama de recursos era muy amplia: gran visión de juego, facilidad para asistir en largo, perdía pocos balones, desbordaba con facilidad y disparaba a puerta con ambas piernas. Sus detractores le achacaban falta de agresividad en defensa, circunstancia, por otra parte, que se le podría achacar a la mayor parte de los futbolistas que tienen unas características como las suyas.


Formado en el Séneca de su Córdoba, comenzó a destacar hasta que el Real Madrid se lanzó a su fichaje. El club decide que lo apropiado es incorporarle al Castilla para que continúe su formación. Debuta en Segunda División con el filial blanco en la temporada 92/93, mientras alterna entrenamientos con el primer equipo. Es en esa misma campaña cuando llega su debut con el Real Madrid en Primera División de la mano de Benito Floro, disputando dos partidos en la máxima división. La presencia entre el primer y el segundo equipo madridista continuó en la 93/94.

Las lesiones, muy presentes en su etapa deportiva

Es en la 94/95 cuando la entidad decide meterle en la operación con el Celta de Vigo para abaratar la compra de Santiago Cañizares. Por tanto Toril se marcha a Galicia donde apenas disputa en nueve encuentros a las órdenes de Carlos Aimar. Busca un cambio de aires y es traspasado al RCD Espanyol por 50 millones de pesetas. Su fichaje fue solicitado por Camacho, quien le había tenido dos años a sus órdenes en las categorías inferiores del Real Madrid. El club blanco se reservó una opción de compra que nunca hizo efectiva. En mayo de 1996 fue operado de la rotura del menisco externo y del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lesión que le impidió jugar un solo minuto con el Espanyol en la temporada 1996/97.


Realizó la pretemporada de la campaña 97/98 con el Espanyol en Holanda, pero la oferta del Extremadura le llevó a cambiar de aires poco después de que comenzara la temporada. Rafa Benítez, por entonces entrenador de Segunda, fue quién pidió su fichaje -le conocía de su paso por la cantera madridista-. Es allí donde vuelve a sentirse titular, jugando 40 encuentros y logrando la ascenso a Primera. Pero, tanto en el año en Primera como de nuevo en Segunda, no consiguió mantenerse en el once titular.

Así llega al Albacete con la carta de libertad. Pero de nuevo las lesiones se cruzaron en su camino, y en diciembre del 2000 se rompió los ligamentos de una rodilla yse perdió casi el resto de la temporada. Es en el siguiente curso donde recupera el buen juego y los minutos, disputando 31 partidos y anotando 6 goles.

Para finalizar su carrera deportiva, milita en el Racing de Ferrol y el CD Numancia, equipos de Segunda, y en el Cartagena y Quintanar del Rey de divisiones inferiores.