Repasando la actualidad madridista del primer equipo, pocos son los que niegan la primordial necesidad de hacerse con los servicios de un punta para reforzar la plantilla.
Tras la lesión de Gonzalo “el pipita” Higuaín para el resto de la temporada, las especulaciones se han adueñado de artículos y columnas en la prensa nacional e internacional.
Muchos han sido los nombres que han sonado como refuerzo para el conjunto merengue. Drogba, Dzeko, Valdez, Hugo Almeida, Lukaku, Lucas Barrios, Llorente… aunque, ¿realmente la solución está más allá de los muros de Valdebebas?
Algo comienza a forjarse en La Fábrica. Su nombre comienza a hacerse oír en los medios cada vez con más intensidad, el nombre de un joven de 18 años. Por otro lado, Benzema no termina de carburar. Su tan ansiada y esperada “explosión” parece no llegar nunca y la hinchada comienza a desconfiar del francés. Aquí entra en escena Álvaro Morata… sin embargo, Mou desconfía. El técnico blanco prefiere que el chaval termine su formación con el Castilla mientras que exige a la directiva un refuerzo externo. ¿Se equivoca el portugués?
Fernando Llorente es el “9” soñado por afición, técnico y presidencia. Pero su elevado precio y la dependencia que el Athletic Club tiene de este jugador hacen del fichaje cuanto menos, difícil. Tampoco podemos saber a ciencia cierta si encajaría en el sistema de juego del equipo blanco.
Morata es joven y apunta maneras. Técnicamente es muy hábil y combina las características técnicas de un delantero centro de toda la vida con detalles y genialidades propias de un crack. A primera vista tiene una enorme proyección pero para desarrollarse, todo futbolista necesita tener tiempo sobre el terreno de juego.
Ahí es donde la decisión del técnico luso cobra importancia. ¿Debería el club valorar la opción de probar al canterano durante un partido entero? ¿Dejaremos escapar al nuevo Morientes y futuro 9 del Real Madrid? Juzguen ustedes mismos.
DEJA TU COMENTARIO