El sudor también suma

La climatología fue el primer gran escollo al que tuvo que enfrentarse el equipo merengue. El viento impedía la cómoda circulación de la pelota, el auténtico patrón de juego de los de Toril, y eso lo acusaron los blancos ante un Guadalajara que presionaba arriba con bastante precisión. Fruto de ese adelantamiento de líneas llegaron varias ocasiones durante la primera parte a favor de los de Terrazas. Tomás Mejías tuvo que multiplicarse en la portería para evitar que el cuadro local se adelantara en el marcador. El canterano jugó su primer gran partido desde que volviera a la titularidad tras su lesión, algo que le vendrá bien en el aspecto anímico.

El Castilla consiguió sacudirse el dominio local durante los primeros compases de la segunda mitad. Sarabia, uno de los más activos, lo intentó en dos ocasiones desde fuera del área con idéntico premio: el casi. Primero rozó la parte superior del larguero y, posteriormente, las manos del cancerbero Saizar evitaron el tanto del crack de Boadilla. Una tierra que también vio crecer a Juan Carlos, el autor del gol visitante gracias a una gran maniobra dentro del área y una especie de caricia al balón con el exterior que se coló junto al palo. Fue un auténtico golazo que hacía presagiar victoria visitante a pesar del sufrimiento.

Sin embargo, el Guadalajara acabó encontrando su premio. El batallador Aníbal se coló entre los centrales madridistas para cabecear a la red de Mejías. Fue el único balón que no pudo detener el espigado portero merengue en el partido pero la justicia hizo que esa pelota acariciara la red del Madrid. No se movió más el marcador y los dos equipos dieron por bueno el empate final. El Lugo vuelve a marcharse a ocho puntos del Castilla en la pelea por la primera plaza del grupo a la espera del enfrentamiento directo del próximo domingo (17.00) en Valdebebas entre los gallegos, líderes, y los merengues, segundos. En cualquier caso, el Castilla suma y sigue y ve como la palabra derrota sigue sin entrar en el vestuario desde que Toril emergiera como el Dios salvador de este grupo de talentos.