El Castilla no obró el milagro y no pudo levantar el 0-2 de la ida

El Castilla lo intentó pero no pudo pasar del empate (2-2) en el campo de El Collao. Una igualada que, tras el 0-2 del Bernabéu, deja a los de Toril fuera de los play-offs por el ascenso a Segunda.


Foto: realmadrid.com




Los de Toril salieron mentalizados de la necesidad, mínima, de hacer dos goles para forzar la prórroga tras la derrota en el choque del Bernabéu. Morata fue el gran protagonista en los primeros minutos, ya que dispuso de un mano a mano con Maestro que atajó el cancerbero local, el auténtico héroe del conjunto alicantino en la eliminatoria. Al encuentro con Morata le había acompañado previamente uno ante Joselu, que se había plantado frente al portero local tras una asistencia magistral de Sarabia. Dos ocasiones clarísimas que acabaron en nada. Ese fue el gran pecado del Castilla en la eliminatoria, la falta de acierto ante el gol.

El Alcoyano se sentía cómodo en su campo. Con un público muy fiel que presionaba cada posesión del Castilla son silbidos, los de David Porras tenían en el juego a balón parado la mayor de sus armas. Si a eso se unía la picardía de sus futbolistas, gracias a la veteranía de gran parte de los integrantes del plantel, al Castilla se le hacía una montaña el intentar hincarle el diente a los alicantinos.

FICHA TÉCNICA

2-ALCOYANO
: Maestro; Pina, J. Rojas, F. Martín, Paco Estéban; Remón (Dani, 63'), Devesa, Diego J., F. Miranda; Gato (Xavi Molina, 83') y Álvaro (Jorge, 35').

2-RM CASTILLA: Mejías; Carvajal, Nacho (Álex, 77'), Juanan, Casado; Fran Rico; Juanfran (Denis, 77'), Sarabia, Juan Carlos; Morata y Joselu (Óscar Plano, 69').

Goles:

0-1: Morata (min. 46).
1-1: Paco Estéban (min. 75)
1-2: Fran Rico (min. 81)
2-2:  Paco Estéban (min. 88)

Sin embargo, la segunda parte no pudo comenzar de mejor manera. Morata, sin mucha suerte hasta ese momento, aprovechó un balón suelto para mandarlo a la red. Un gol muy de delantero centro. El que parecía dar esperanzas al Castilla. Sólo necesitaban un tanto más los chicos de Toril, sin embargo, cuando la alegría copaba el banquillo blanco, fue el Alcoyano el que echó un jarro de agua fría gracias al tanto de Paco Esteban. Otra vez tocaba remar contra corriente. Y el agua ya traía mucha fuerza.

Pese a ello, el Castilla aún tuvo un último arreón. Fue Fran Rico el que volvió a adelantar a los de Alberto Toril. La alegría volvía a la boca de los jugadores blancos. Esta vez el que se necesitaba no forzaba ningún desempate, daba el pase directo, pero ni por esas. Nuevamente Paco Esteban, que aprovechó una salida mal medida de Mejías, devolvió las tablas al marcador remachando a puerta vacía la igualada. Ya no se jugó más. El Castilla no pudo y el Alcoyano no quiso hacerlo. Mandaba el cronómetro y éste dijo basta. Como basta también dijo el Castilla que, a pesar de los esfuerzos, no puede continuar su carrera por el ascenso a Segunda División. Una gran generación de futbolistas que lo han intentado durante todo el curso pero que se han quedado sin premio. Un palo para hoy, pero una gran enseñanza para el futuro, aunque el próximo año es posible que más de uno se tenga que buscar la vida fuera de esta guerra sin cuartel que representa la Segunda División B de nuestro fútbol.