El pasado verano el Real Madrid sorprendía con la contratación del joven central Pedro Mendes, de veinte años de edad (ahora ya veintiuno) que procedía del Servette pero que pertenecía al Sporting de Lisboa. Su agente, el recurrido Jorge Mendes, le hacía desembarcar en una de las mejores canteras del mundo, en La Fábrica blanca.
“Estuve un año cedido en el Servette suizo. Allí ascendí a la Primera División y volví al Sporting de Lisboa. Me entrenaba aparte, en la Academia, y de repente apareció la oportunidad de jugar en el Madrid. José Mourinho me había visto jugar en el Servette y quería ver mi evolución más de cerca. Hablé con mi agente, Jorge Mendes, el procesó se aceleró y la oportunidad de jugar en el Madrid se presentó como una oportunidad única para aprender de los mejores”, explica el joven Pedro Mendes.
La puerta del Madrid se abrió en un momento complicado para Pedro Mendes y no lo dudó. Ahora es uno más del Castilla de Alberto Toril, donde sueña con conseguir el objetivo del ascenso: “Hay un equipo base, con cambios constantes y hay que estar preparados para cualquier situación”, comenta el luso sobre su experiencia en el Castilla.
El jugador ha manifestado su entrega y compromiso con el club blanco, y es que una oportunidad así no se presenta todos los días: “Estoy aprendiendo, me esfuerzo al 100% para seguir creciendo. Las cosas están cambiando continuamente y nunca sabes que puede suceder”.
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