Álvaro Morata fue una de las sensaciones del pasado curso. Sus grandes actuaciones en el filial madridista le valieron para ser incluido en los planes de José Mourinho en un par de ocasiones. En el Campeonato de Liga, su debut se produjo en La Romareda, con victoria de los merengues (1-3).
Poco tiempo después, disfrutó de 13 minutos en el choque correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Levante. Ese tiempo le fue suficiente para fabricar el último tanto: el ariete consiguió zafarse de hasta tres hombres y su lanzamiento le repelió Munúa. El rechace, a puerta vacía, lo aprovechó Pedro León para marcar.
Ya en esos entonces, la conexión entre el madrileño y la grada fue total. José Mourinho aseguró que el delantero sería parte del primer equipo en un período de tiempo no muy largo. Pero lo cierto es que el cuadro técnico merengue ha decidido que Morata se centré casi en su totalidad en el filial madridista. Toril ha expresado que el atacante es fundamental en sus planes y en la medida de lo posible, esto está siendo respetado por el técnico luso.
El pasado verano fue especial para Morata. Al igual que varios de sus compañeros, el ariete se proclamó vencedor del Europeo sub 19, siendo además el máximo artillero del torneo con seis tantos. Antes de que diera inicio la temporada, fueron varios los clubes europeos que se interesaron por su situación, pero el Real Madrid se negó en rotundo a realizar ninguna operación que implicase la salida del canterano.
Aunque la competencia se antoje ardua en el plano ofensivo en el Real Madrid, Morata ha demostrado en sus últimas actuaciones que también puede jugar escorado a una banda. José Mourinho es consciente de que el madrileño tiene una prometedora carrera por delante y apuesta por medir bien los tiempos y no caer en la precipitación.
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