Dos rechaces de oro

Importantísima victoria del filial madridista en un competido partido





Discreto partido el jugado este miércoles por el Real Madrid Castilla en el Alfredo Di Stéfano. En una fría tarde en Valdebebas y frente a un graderío prácticamente desolado, los blancos lograron tres valiosísimos puntos ante un conjunto que se jugaba la vida en este encuentro. El Leganés es un histórico que en estos momentos se encuentra en los puestos de descenso a Tercera División a pesar de haber sido diseñado para ascender a la categoría de plata del fútbol nacional, lo que se ha traducido en un final de partido agónico en el que los pepineros han puesto toda la carne en el asado.

El equipo de Alberto Toril no atraviesa su mejor momento de la temporada y éso se ha traducido sobre el césped merced a un juego más lento y trabado de lo habitual. Donde antes el Castilla goleaba a sus rivales ahora sufre, de manera que cada punto que consigue lo tiene que sudar hasta el límite. Poco importanta que, como en este caso, el rival se quede con uno menos durante toda la segunda parte, porque el desenlace de la película está llamado a tener emoción. Y es que la defensa merengue sufre mucho a balón parado, toda una lacra que el técnico deberá exterminar si quiere tener éxito en los presumibles play-offs.

Con todo ello, al equipo le salvó su gran pegada, encarnada en las botas de Morata y Joselu. El primero abrió la cuenta en el minuto 17 de la primera parte al remachar a la red una jugada que bajó en el área y que remató en primera instancia encontrándose con el portero. Un tanto que no cambió mucho el panorama y que se vería acompañado por un tanto de Joselu en el 58, muy atento para empujar a la red un nuevo rechace en el área de Falcón.

Sin embargo, el Leganés estaba obligado a luchar y en el 79 de la segunda parte recortó distancias gracias a David López. Tocaba sufrir y el Castilla se dedicó a achicar balones como podía, intentando que el crono pasara lo más rápido posible. A punto estuvo también de cazar alguna contra, aunque la última gran ocasión del partido sería para Rubén Navarro. Por fortuna el delantero visitante no logró encontrar portería con su cabezazo, por lo que el partido se cerraba con un sufrido 2-1 que vale su peso en en oro de cara a jugar los play-offs, pero sobre el que el Castilla deberá reflexionar si quiere conseguir el ansiado ascenso.