El segundo filial del Real Madrid no levanta cabeza. Los blancos cosecharon un punto ante el Fuenlabrada en un partido que merecieron ganar, pero en el que la mala puntería y la permisividad arbitral evitaron el triunfo. Los visitantes comenzaron atacando, generando peligro con el balón y también a la contra. Durante el primer acto fue el Fuenlabrada el que generó mayor inquietud al marco merengue, fundamentalmente porque cada intento del equipo blanco por atacar terminaba en falta. No obstante, el primero en golpear de forma deportiva sería el equipo de Manolo Díaz al filo del descanso.
Corría el minuto 42 de juego y Aguza ponía el 1-0 en el marcador. Gol psicológico para un Real Madrid C que no había podido desplegar su juego durante la primera mitad, pero que aún así pudo adelantarse en varias ocasiones, fundamentalmente con un libre directo que pasó rozando la madera. En la segunda mitad, fue el Fuenlabrada el que intentó llevar el peso del partido y el C el que buscó el contragolpe. Los visitantes pudieron igualar en una jugada embarullada que finalizó con la bola en el larguero. Cuando parecía que los tres puntos estaban cerca, el equipo del sur de Madrid logró el empate que deja una vez más un sabor de boca amargo al segundo filial.
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