Santiago Bernabeú, el delantero goleador que se hizo presidente

El legendario mandatario merengue inició su carrera en el club siendo un efectivo delantero





Las dos imágenes que acompañan estas líneas así lo atestiguan. Hubo una época en la que Don Santiago Bernabéu no se sentaba en el Palco del estadio de Chamartín ni negociaba con pulso firme la contratación de las grandes estrellas de la época. En concreto fueron sus años de juventud, cuando por cosas del destino entró a formar parte del Madrid C.F. siendo un simple adolescente. Era 1909 y contaba sólo con 14 años, pero ya apuntaba maneras como jugador, por lo que su hermano Antonio Bernabéu - socio fundador del club-, decidió llevárselo.

Sin embargo, ésa no iba a ser su decisión más importante, pues al fichar los técnicos del equipo intentaron colocarlo como guardameta. Pero su otro hermano Marcelo - también jugador del Madrid- intercedió para convencerles de que el joven Santiago podía rendir mucho mejor si jugaba como atacante. De esta forma pasó tres años como futbolista del equipo juvenil hasta que en 1913 debutó en un partido oficial con el primer equipo a los 18 años de edad.

Esto no sería más que el comienzo de una espectacular carrera que durante 15 años le mantendría en el primer equipo del Real Madrid. En este tiempo - en el que compaginó el fútbol con pequeños trabajos en Oviedo como funcionario del cuerpo de Hacienda- se caracterizó por ser un jugador de enorme eficacia de cara a la portería rival, pues durante su trayectoria logró marcar 69 goles en los 78 partidos oficiales que jugó, con un promedio anotador de 0,86 dianas por partido. Se trata de unas cifras que muy pocos futbolistas de la historia del Real Madrid han logrado presentar en su estancia en la capital, y menos durante tantos años consecutivos.

Los que en esos años le vieron jugar cuentan que era un delantero fuerte y duro, a imagen y semejanza de la personalidad que décadas después le convertiría en el mejor presidente de la historia del fútbol. De hecho en su época como jugador terminó de pulir su carácter ganador e inconformista, pues durante estos años se labró un espectacular palmarés que incluyó 9 campeonatos regionales y una Copa del Rey, la conquistada en el año 1917. En ella no tuvo la suerte de jugar los dos partidos de la final - incluido el de desempate- aunque contribuyó a la victoria marcando tanto en los cuartos de final como en las semifinales.


Además, como prueba de que no fue ni mucho menos un jugador mediocre está el hecho de que fuera convocado en una ocasión para jugar con la selección española en diciembre de 1922. Sin embargo al final no tuvo la oportunidad de disputar el choque, por lo que se quedó con las ganas de defender los colores nacionales. Y es que su retirada definitiva llegaría cinco años después, cuando en febrero de 1927 decidió colgar las botas tras disputar un amistoso ante el equipo del English Sports. Con ello acababan tres lustros brillantes de uno de los mejores delanteros que tuvo el Madrid en sus primeras dos décadas de vida, aunque pocos podían imaginar entonces que su trayectoria posterior, primero como directivo y después como presidente, estaba llamada a eclipsar totalmente sus logros como jugador.

 

Santiago Bernabéu vestido de jugador

Fuente de las imágenes: diario As