El revuelo que se montó en Portugal al ver esa reacción de Coentrao llenó de suspicacias las redes sociales y parte de la prensa. Nadie sabía lo que le había pasado al ex madridista. De hecho, tanto su técnico como el propio presidente del club llegaron a consolarle, por lo que era evidente que no se trataba de algo que tuviera que ver directamente con el club.
Por eso, el lateral zurdo tuvo que utilizar sus redes sociales para despejar todas las dudas y salir al paso de las informaciones sobre su llanto. Coentrao se quejó de la injusticia que sufrió por parte del árbitro de ese partido europeo y señaló a la afición del Astana a la que acusó de “insultos” y de “escupirme”.
"¿Cómo es posible haber estado un partido entero siendo insultado y agredido por aficionados? Más aún: ¿cómo es posible haber visto una tarjeta amarilla cuando yo fui víctima de una agresión por un adversario que me puso el dedo en el ojo? Otro adversario tiró la pelota contra mí, y para colmo, tener que pasar por un túnel y estar expuesto a nuevos insultos, escupitajos y ser agredido con el lanzamiento de mecheros, en una clara falta grave de seguridad que viola los reglamentos, porque el túnel, en estos casos, ¿tiene que ser abierto para la protección de los atletas", escribió.
"Soy humano y también tengo derecho a la indignación, con la certeza de que estaré aquí hasta el final a luchar con todas mis mías fuerzas", señaló.
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