Qué esperar del Real para la próxima temporada

La segunda etapa de Zidane en el banquillo blanco arranca con muchos retos.


Estadio Santiago Bernabéu

Estadio Santiago Bernabéu




Es cierto que el técnico francés volvió en abril para apagar un incendio, pero su trabajo en ese momento estaba condicionado por la labor previa de Lopetegui y Solari, y su verdadero sello severa a partir del próximo 24 de agosto cuando el conjunto blanco debut en Liga ante el Celta en Balaídos. El gran objetivo que se ha marcado Zidane y en general todo el madridismo es la Liga. El Real Madrid sólo ha ganado una liga de las últimas siete, un balance muy pobre para el club más laureado de España, que no puede permitirse más temporadas sin levantar el título liguero. Este reto no debería condicionar la progresión del equipo en Europa. Si la Liga es la principal asignatura pendiente del Zidane entrenador, la Champions es su competición fetiche ya hay muchos motivos para confiar en que el Real Madrid vuelva a llegar lejos en el torneo continental. No hay que olvidar que el francés ha ganado cuatro de las cinco Copas de Europa en las que ha participado como entrenador.

Superar la salida de Cristiano es el gran reto deportivo que se ha marcado el entrenador. Para ello el club ha apostado fuerte por el belga Eden Hazard y el serbio Luka Jovic, procedentes de Chelsea Eintracht de Frankfurt respectivamente. Además, se ha mantenido la base del centro del campo que logró triunfar en la primera etapa de 'Zizou'. Modric, Casemiro y Kros seguirán dirigiendo la sala de máquinas del conjunto blanco. La mejoría del sistema defensivo es otro de los alicientes que se puede esperar del Real para la próxima temporada. El club ha invertido muy fuerte en defensa con la incorporación del lateral Ferland Mendy o el central Eder Militao.

A diferencia del pasado verano, cuando el club vivió una planificación muy agitada y llena de polémica con la salida de Cristiano y la llegada de Lopetegui, en esta pretemporada Florentino Pérez sí que ha podido trabajar cómodamente junto a la dirección deportiva para confeccionar una plantilla de garantías. Aunque no todo está siendo fácil. Hay dos lunares que están manchando la planificación deportiva del próximo curso en la casa blanca. Uno de ellos es el futuro de Gareth Bale. El galés ha perdido toda la confianza qué Zidane tenía depositada en el y su único destino es marcharse del Santiago Bernabéu. También se pretende encontrar una salida para el colombiano James, objetivo que está resultando complicado. 

Una de las principales diferencias entre ésta y la pasada temporada en el Real Madrid se encuentra en el dinero invertido en refuerzos. Si en verano de 2018 gastó unos 130 millones, en este curso esa cifra se multiplica casi por 2,5. El club madridista lleva gastados, a tres semanas de que se cierre el mercado, un total de 300 millones de euros fichajes,segun losapostadores.es