Una gran pancarta de más de 20 metros ocupaba toda la curva Sur de San Siro: “Gracias Kaká, seis años de emociones no se pueden olvidar”. Era el sentir de los más de 70.00 aficionados que disfrutaron del emocionante encuentro entre Real Madrid y Milan. Cuando el jugador brasileño saltó al terreno de juego sintió el calor del que fue su público durante seis temporadas. Un calor que se convirtió en ovación cuando, tras el pitido final del árbitro, Kaká se despedía de la grada rossonera.
Fue en ese momento, cuando la emoción de los aficionados por el partidos se convirtió en cariño hacia un jugador al que ya consideran una leyenda en el club lombardo. Con la afición puesta en pié, el brasileño se llevó en su corazón una ovación histórica en su regreso a Milán.
Kaká, emocionado y agradecido, se despidió de la afición milanesa desde el césped con un aplauso. Aún abrumado por el trato recibido, el brasileño reconoció no haber vivido nada igual en su vida: “Estoy emocionado por el recibimiento, eso quiere decir que durante los seis años que estuve aquí hice las cosas bien”.
Fuente de las imágenes: Realmadrid.com
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