Ronaldo, 'El Fenómeno' del gol

DC repasa la carrera de algunos de los mejores jugadores madridistas de la historia


Ronaldo




Ronaldo Nazario de Lima nacio en Río de Janeiro, un 22 de septiembre de 1976. En las 'favelas' del norte de Rio de Janeiro dio sus primeras patadas a un balón de fútbol. El legendario Jairzinho fue su descubridor y el hombre que le dio  su primera oportunidad en el Sao Cristovao desde donde no tardó mucho en pasar al Cruzeiro. Allí evidencia una capacidad para anotar descomunal  que le lleva a marcar 59 goles en 57 partidos con las categorías inferiores de la ‘canarinha'. Todo un prodigio. No se marcha del Cruzeiro sin ganar una Copa de Brasil y un Campeonato Mineiro.

Su desembarco en Europa quizá sorprendió por su prontitud, pero no por que no lo mereciera. El PSV Eindhoven fue el primero en ficharle. No se arrepintieron. En Holanda prosigue una escalada hacia la gloria  a base de anotar goles y colarse como un cuchillo en las defensas rivales. 42 goles en 46 partidos, un trofeo de máximo anotador  y una Copa Holandesa fueron  su sello personal en una Eredivisie que enseguida se le quedó pequeña.


En el verano de 1994 viaja a Estados Unidos para jugar y ganar su primera Copa del Mundo. Aunque su papel fue meramente testimonial, los especialistas ya le auguran un futuro prometedor. Como su futuro estaba lejos de los Países Bajos ,el Barcelona decide tirar la casa por la venatana y paga 2.500 millones de pesetas de la época (15 millones de euros) por hacerse con los  servicios de Ronaldo, todo un récord mundial.

Camino al Olimpo

Aún así, su irrupción en la delantera del club azulgrana fue demoledora y visto hoy en día nadie se arrepentiría de haberle firmado. En ‘Can Barça' deja goles y jugadas para el recuerdo que más de quince años después resultan deslumbrantes. 47 goles en 49 partidos en todas las competiciones  y , sobre todo, una  superioridad abrumadora  que le llevaba al Olimpo del fútbol fueron las credenciales de Ronaldo  mostradas en el conjunto culé.

Para muchos, ni Messi ni Cristiano Ronaldo han llegado  a mostrar lo que Ronnie puso de manifiesto aquel año. Buen disparo , velocidad endiablada, regate, una clase para aburrir, capacidad de liderazgo, superioridad ante cualquier defensa.Exhibiciones contínuas partido tras partido que avanzaban un futbolista  destinado a marcar una época.

Los dirigentes culés, lejos de cuidar a su estrella juegan con fuego y se acaban quemando , dejándole escapar  a cambio de 4.500 millones de pesetas. Su destino: el Inter de Moratti, un sitio donde le costaría más brillar , pero en el que también mostró bastantes detalles de su categoría, especialmente en su primer año. Con los ‘neroazurri’ logra la Copa de la UEFA y firmando 34 goles en 46 encuentros, unas cifras muy buenas para un fútbol como el italiano.


En verano de 1998 hace un buen Mundial en Francia, pero acaba cayendo ante la selección anfitriona capitaneada por Zinedine Zidane. . La campaña 1998-99 comenzaría su calvario en forma de lesiones.  Al año siguiente, sendas lesiones en los tendones rotulianos de sus rodillas le mantienen apartado de los terrrenos de juego prácticamente hasta la primavera de 2002. En esas cuatro fatídicas temporadas  apenas llega  a los 50 partidos, estando casi inédito en las dos últimas. No son pocos los que dicen que es mejor que se retire y que nunca volverá a ser un jugador importante. Se equivocaban. El seleccionador brasileño, Luiz Filipe Scolari, parece de los pocos en confiar en él y le convoca para el Mundial.


 

La resurreción de un goleador

Ronaldo había preparado el Mundial de Corea y Japón de 2012 a conciencia. Sabía que era el escenario perfecto para regresar a  la élite y no defraudaría. Renace de sus cenizas en la cita mundialista y deslumbra en la punta de lanza del combinado brasileño. Es máximo goleador de aquel campeonato y sus dos goles en la final frente a Alemania le catapultan de nuevo al estrellato.  

Florentino Pérez  no es ajeno a este hecho y confía en él como el ‘Galáctico’ de ese año. No sin dificultades, acaba firmando al brasileño a horas de que expire el periodo de fichajes a cambio de una cantidad cercana a los 35 millones de euros. Los más escépticos y pesimistas dudan de la conveniencia de su contratación, pero él les contestaba de la mejor forma posible:en el terreno de juego.

Una segunda carrera brillando de madridista  

Su debut de blanco se produjo en octubre de 2002 en un partido contra el Alavés en el que acaba marcando un gran gol , pese a salir desde el banquillo.  Esa temporada Ronaldo termina con 23 goles y es esencial  , tanto para conseguir la Liga  como para lograr la Intercontinental ante el Olimpia de Asunción.

Al año siguiente incrementa sus números con 24 goles en Liga (pichichi de la competición) y cuatro en Champions y aunque no suma ningún título, su recuperación es un hecho.  Durante la etapa de ‘El Fenómeno’ en el Real Madrid se llega a afirmar que los dos jugadores más importantes del equipo son Ronaldo e Iker Casillas.

Quizá perdió velocidad y segundos de reacción , pero aún causaba pánico en las defensas rivales. Él solito se bastaba para crear ocasiones donde parecía no haberlas o para sacar un remate imposible que finalizaba en el fondo de la red. Su etapa de blanco fue muy fructífera y si no le acompañaron los títulos en sus ultimos años, no fue por culpa suya. Su rendimiento se vio lastrado por las lesiones en la 2006-2007 y Fabio Capello dejó de darle continuidad, por lo que decide dejar su aventura madridista en el mercado de invierno rumbo a Milan. Terminó su trayectoria en el Real Madrid dejando una tarjeta de visita de 102 goles en 177 partidos. 

 

En el ocaso de su carrera, volvió a romperse y ya no fue el mismo. Regresó a Brasil y allí siguió conservando lo que nunca olvida un depredador: su instinto. Sería hacer fútbol- ficción aventurarse a imaginar hasta que cotas de grandeza habría llegado Ronaldo Nazario si las lesiones le hubiesen respetado durante toda su carrera, pero hubiese llegado lejos, muy lejos, quizá también con la elástica blanca. Pero lo mejor es deleitarse con lo que este hombre dejó, que fue mucho. Tanto como para ser considerado uno de los mejores goleadores de la historia.