Rafael Gordillo, un obús desde el lateral zurdo

DC repasa la carrera de algunos de los mejores jugadores madridistas de la historia


Rafael Gordillo




Una década antes de que el gran Roberto Carlos hiciera vibrar al Santiago Bernabéu con sus impresionantes subidas desde el lateral zurdo, un extremeño con alma andaluza ya asombró a la afición merengue a mediados de los 80 y como integrante de ‘La Quinta de los Machos' ( formada por Camacho, Buyo, Maceda, Hugo Sánchez o el mencionado Gordillo). Todos ellos acompañaron a la ‘Quinta del Buitre' en sus éxitos y les complementaron a la perfección.

"¿Quién es ese que va con las medias caídas?" , se preguntan en el estadio blanco la primera vez que ‘El Gordo' salta al terreno de juego. Se llama Rafael Gordillo, llega procedente del Betis y fue uno de los fichajes que Ramón Mendoza se sacó de la chistera en el verano de 1985. Pero mucho antes, Gordillo corrió desde la izquierda por los campos de fútbol de Andalucía. Nació un 24 de febrero de 1957 en la localidad extremeña de Almendralejo, aunque siempre estuvo ligado de una forma u otra a Sevilla al ser la ciudad natal de sus padres. De hecho, a pocos días de nacer se trasladó al barrio de San Pablo, donde también comenzó a despuntar en el fútbol.

Corría el mes de agosto de 1972 cuando un gran partido con el San Pablo le lleva directamente a ser fichado para las categorías inferiores del Betis. Era una bala desde la izquierda y no eran pocos los que comenzaron a percibirlo. Jugaba tanto de interior como de extremo por la zurda y en 1975 ya tenía ficha con el Betis Deportivo.

Su estreno con el primer equipo verdiblanco en Primera División se produjo dos años después de la mano de Rafa Iriondo. Ocho años y 359 partidos con 26 goles después ya es un ‘clásico en el Betis y uno de los mejores defensas del fútbol español.



Arte , velocidad y centros para el Madrid de las ‘Quintas'.

Por eso, Ramón mendoza decide ficharlo para su proyecto ganador en el Real Madrid y le firma a cambio de 120 millones de pesetas. Llegó al club de Concha Espina con 28 años en plena madurez deportiva y esa fue una circunstancia que se notó para bien de él y del equipo blanco.

Su estreno con la camiseta blanca no iba a ser todo lo feliz que cabría esperar. Y es que el destino quiso que se enfrentara nada más y nada menos que ante el Betis en el Benito Villamarín ante una afición que estaba dividida y no sabía si aplaudir o silbar al que hasta hace poco era su ídolo.

Después, en su primer año de blanco todo fue a pedir de boca. Gordillo conquistó su primera Liga y ayudó a los madridistas a revalidar el título de campeón de la UEFA con cuatro goles decisivos. Un ‘puñal' desde la izquierda y un guante en su tobillo ‘de goma'. Gordillo tenía una facilidad asombrosa para pegarse a la cal, desbordar a su rival, regatearle y facilitar un centro queButragueño, Hugo Sánchez o cualquier otro delantero rematara a gol. 1986, el año del Mundial de México no sería muy positivo para el lateral , pues en la mencionada cita mundialista se produjo una fractura de peroné que le mantuvo algún tiempo alejado de los terrenos de juego. De sus botas salió el tanto que permitió a los madridistas ganar la Copa de España en 1989 y un gol ante su Betis certificó el tercer título liguero consecutivo del Real Madrid con un contundente 6-0.


Poco a poco , sú numero de apariciones en el once fue descendiendo como consecuencia de la edad y en el año 92, decidió poner punto y final a su trayectoria madridista para regresar a su Betis donde se retiraría en el año 96. Con la escuadra merengue disputó un total de 254 encuentros oficiales en los que pudo marcar 29 goles. Adornó su palmarés con cinco Ligas 1 Copa de España, una Copa de la UEFA y dos Supercopas. En la actualidad es máximo mandatario del Real Betis

La selección también tuvo un hueco de honor para Gordillo y hasta hace no mucho tiempo era uno de los futbolistas con más internacionalidades, alcanzando las 75. No son pocos los que aseguran que ha sido uno de los mejores laterales izquierdos que ha dado el fútbol español y hasta la llegada del gran Roberto Carlos este reconocimiento se podía hacer extensible al Real Madrid.