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El mercado de fichajes está abierto y los grandes equipos de Europa han comenzado ya a moverse. Buenos ejemplos son el Chelsea, que ha fichado a Eden Hazard, probablemente el jugador con más proyección del viejo continente; o el Manchester United, que ha hecho lo propio con Shinji Kagawa, otra opción muy interesante.
Mientras, el Real Madrid se encuentra inmerso en sus líos de siempre: Dar puerta a los que no cuentan es la prioridad. Lo de Kaká está difícil; su sueldo, su resistencia a marcharse y la pretensión del club de no dejarle ir a precio de saldo lo complican todo. El PSG parece su único destino posible.
Lo de Altintop parecía resuelto, pero no ha tardado el turco en decir que no ha firmado con otro equipo. Mal haría Mourinho convenciendo a Lass Diarra de que se quedara después de que el francés se borrara en el tramo final de temporada. Ojalá no se produzcan sorpresas extrañas como una hipotética renovación de Carvalho de última hora.
Todo es un desbarajuste y un caos cuando hay que estar con los cinco sentidos puestos en las incorporaciones. Las mejores contrataciones son las que se realizan rápidamente, las bien planificadas, aquellas en las que no se entra en una absurda subasta en la que haya que dejarse la cartera frente a jeques y demás fauna.
Otra historia es la de los brasileños: El año pasado, tostón servido con el asunto de Neymar; éste, Lucas Moura y aquello de "sí, pero para la siguiente temporada" ¿Qué es esa chorrada de fichar a un jugador que te va a salir por 40 millones para que venga un año más tarde? Al que se le compra viene ya, y si no, fuera. De todas maneras, mejor sería olvidarse del mercado "canarinho" hasta después del Mundial de 2014; difícilmente saldrá de allí ningún futbolista de peso hasta esa fecha.
El Real Madrid se mueve normalmente fatal en el mercado, excepto cuando está entre la espada y la pared, como por ejemplo cuando Florentino Pérez regresó a la presidencia, o en la contratación de algunos jugadores como Di María u Özil. El año pasado tocaron medianías, aunque se espera que Sahin deje de serlo, y éste tocará lo mismo.
Se necesita como el comer a alguien que les eche una mano a Özil y a Alonso, un socio para ambos, alguien que les una. David Silva sería el ideal, pero si Mourinho le rechazó en el pasado tampoco es que haya muchas esperanzas ahora. Está la opción Modric, sin duda interesante teniendo en cuenta que el Tottenham siempre ha querido a Lass, pero nadie se dará cuenta hasta que el Manchester United le tenga atado en corto. Gotze ya ni suena.
De Beñat, Valero y otros jugadores con talento ni hablamos. El que interesa es Javi Martínez, que en lo único que les mejora es en que puede "presumir" de que su cláusula es de 40 kilos más impuestos. Cuando se inicia un ciclo ganador hay que apuntalar poco una plantilla, pero las incorporaciones deben ser de primera línea, algo que haga mejorar al conjunto.
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