La Liga 1994-95

DC rememora los 32 campeonatos de Liga ganados por el conjunto blanco





La llegada del argentino y su apuesta por el fútbol de toque requería entradas y salidas a partes iguales. Con Valdano llegaría Fernando Redondo, su jugador fetiche para convertirse en el pivote sobre el que se iba a construir el nuevo Real Madrid. Michael Laudrup cogería el puente aéreo desde Barcelona para impresionar con sus pases sin mirar a la grada del Santiago Bernabéu. El tercero en fichar sería un José Emilio Amavisca que, a priori, no se presumía una buena operación, pero que luego sorprendió a propios y extraños con su espectacular rendimiento. Quique Sánchez Flores sería el refuerzo para el lateral derecho, mientras que Santi Cañizares sería la competencia de Paco Buyo en la portería.

Las salidas también serían numerosas con hombres como Prosinecki, Villarroya, Llorente Ramis o Maqueda enfilando la puerta de salida. Todo estaba previsto para que Zamorano estuviera en este grupo e incluso Jorge Valdano le comunicó que no contaba con él. El chileno, sin embargo, decidió quedarse y puso todo de su parte para hacerlo. Fue la sorpresa de la pretemporada.

El juego del Real Madrid fue brillante en la mayoría de los partidos y el conjunto blanco se mantuvo líder desde la duodécima jornada hasta el final del campeonato. Toque, estilo, gol. Los madridistas supieron sobreponerse a las lesiones graves sufridas por hombres importantes como Redondo o Michel, con alternativas inmejorables en la plantilla como Milla o Amavisca. Hubo goleadas al Valladolid, al Celta, al Athletic y al Barcelona en lo que supuso la devolución de una ‘manita' que doce meses antes había afectado sobremanera a la línea de foltación merengue.



Para colmo , Jorge Valdano se atrevió a la alternativa con 17 años a Raúl González , un hombre que se convirtió con el paso del tiempo en un ídolo del madridismo. La mala noticia fue que para que el ‘7' encontrara hueco en la primera plantilla, Butragueño se quedó sin minutos y terminó marchándose a México al final de la campaña. Hubo muchas cosas destacables aquel año. La solidez de Buyo y del resto de la línea defensiva, la elegancia de Redondo y la solvencia de Milla en el centro del campo, la genialidad de Michael Laudrup en la mediapunta y los goles de la dupla Amavisca- Zamorano, la pareja ideal para sembrar el terror en la portería contraria.


El único ‘lunar' a aquella festiva temporada estuvo en la Copa del Rey, cuando se cayó derrotado en octavos de final frente al Valencia. Más allá del descalabro copero y de no haber competido en la Champions, lo que se consiguió aquella temporada fue volver a hacer disfrutar a la afición con su equipo, después de cuatro años de dolorosas derrotas.

El partido Real Madrid 5-0 Barcelona

Doce meses antes, el Barcelona de Johan Cruyff había aplicado un serio correctivo al conjunto blanco en forma de 5-0 y con futbolistas como Romario, Laudrup o Stoichkov jugando a pleno rendimiento. Pues bien, un Real Madrid se tomó cumplida venganza al año siguiente con un Iván Zamorano en estado de gracia que anotó tres goles, con un Laudrup que se había cambiado de bando y con un sorprendente Amavisca que fue la puntilla para los culés.

El jugador: Zamorano

‘Bam Bam' pasó de ser prescindible a decisivo a base de goles. El ‘Pichichi' fue suyo, convirtiendo 28 goles y haciendo la que sin duda fue la mejor temporada de su carrera. Anotador de clase y raza. Pocos con su determinación son capaces de conseguir lo que el en la 94-95.