Los años pasaban y la plantilla del Real Madrid iba cambiando progresivamente, rejuveneciéndose con nuevos valores del futbol español, Di Stéfano y Puskas seguían en el equipo y Del Sol era el líder de una generación que empujaba con fuerza. Un año más el Real Madrid fue el mejor, y conquistó su primer doblete de Liga y Copa y rozó su Sexta Copa de Europa al perder en la final ante el Benfica.
Pero esa derrota no sería el final de una generación que llegó con fuerza al campeonato liguero, que ganaría de nuevo durante tres temporadas más y que cuatro años más tarde levantaría, ahora sí, la Sexta Copa de Europa para el delirio del madridismo.
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