Ya lo dice el refrán: quien se ríe del mal del vecino, el suyo viene de camino. La risa va por barrios, y mientras que el año pasado fue a los culés a los que les tocó reir con el descenso del Real Madrid Castilla, en esta ocasión no se ríen tanto con el descenso del Barcelona B. El conjunto azulgrana descendió matemáticamente este domingo al caer goleado ante el Leganés por 2-5, confirmando de este modo la penosa temporada del filial barcelonista.
A pesar de que los culés comenzaron peleando incluso por entrar en las posiciones de ascenso, han terminado por no oponer resistencia ante un descenso que se venía rumiando desde hacía varios meses. Muy al contrario que el Castilla el año pasado, que peleó hasta la última jornada a pesar de que muchos le dieron por muerto en las primeras semanas de competición. Dos formas distintas de descender que reflejan el carácter de las dos canteras.
Habrá que ver qué hace el FC Barcelona ahora con todos esos futbolistas que veían en Primera en un futuro cercano. Todo apunta a que los culés tendrán que ver desperdigados a sus mejores canteranos por otros equipos o, en su defecto, desaprovecharlos en Segunda B. ¿Dónde está ahora esa Masía de la que tanto presumían?
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