Arsene Wenger le quitó la careta al Barcelona

El entrenador del Arsenal hizo pública una de las estrategias del Barcelona para presionar a los árbitros


Jordi Alba




Es un hecho que los jugadores del FC Barcelona tienen la costumbre de presionar todo lo posible a los árbitros. A pesar de que habitualmente son favorecidos, cualquier mínima ocasión para influenciar a los colegiados la aprovechan, sacando faltas donde no las hay y amonestaciones que debilitan a los rivales. Esto pasó nuevamente en el Emirates Stadium este martes, con la diferencia de que Wenger no se calló y criticó el comportamiento de los culés en rueda de prensa.

"No creo que hayamos perdido el partido por el árbitro, pero creo que los jugadores del Barça han influido en su actuación. Son muy listos, cuando les hacen una falta nunca caen en silencio, todos ellos gritan y consiguen influenciar al árbitro", aseguró el entrenador de los gunners. En el encuentro de este martes sucedió así, y mientras que las faltas a favor del Arsenal debían ser clarísimas, cualquier contacto con los culés era señalado como infracción o incluso mostrando tarjeta. El mejor ejemplo, que a los 5 minutos de partido Monreal ya había visto la amarilla por resbalar sobre Rakitic.

Desde hace algunos años, en el Camp Nou son los reyes del teatro, algo que demostró también Jordi Alba intentando fingir una agresión de Giroud. Por desgracia, encima les funciona. La poca elegancia y deportividad del Barcelona al actuar así queda de manifiesto, demostrando, por si cabía alguna duda, que los culés consideran que el fin justifica los medios y que están dispuestos a hacer cualquier cosa, aunque sea antideportiva, para ganar partidos y títulos.