Como si la América de los años 50 se tratase, la Junta Directiva del Barcelona, ante las declaraciones realizadas por su jugador, se puso manos a la obra para que la imagen de la entidad en Cataluña no quedase seriamente dañada. ¿Ycómo lo hicieron? Pues, mediante insinuaciones y presiones, obligar a los medios deportivos catalanes que reprodujeron las declaraciones del jugador a que modificaran o puntualizaran lo dicho por Busquets.
BUSQUETS DEFENDIÓ A LOS AFICIONADOS DEL BARÇA RESIDENTES FUERA DE CATALUÑA
Y muchos se preguntarán, ¿qué barbaridad dijo el pobre muchacho para que Laporta y los suyos se pusieran tan nerviosos? Pues ni más ni menos lo que piensan todos los aficionados culés: que desde la entidad se está menospreciando a los hinchas del Barça residentes fuera de Cataluña: “No debemos faltar el respeto a los aficionados del Barça de fuera de Catalunya, pero creo que lo que hace Laporta no lo hace con mala fe. Él mismo sabe que necesitamos apoyo también de fuera de Catalunya, de toda España y de Europa”.
Pero no sólo eso. El catalán, un habitual en las convocatorias de la selección española, se atrevió (lo cual tiene bastante mérito) a opinar sobre los mensajes de índole político lanzados por su presidente en las últimas semanas. Busquets, ni corto ni perezoso, se atrevió a decir que este politiqueo que quiere hacer Laporta con el Barcelona "quizás sea contraproducente para el club. Tendrán una parte negativa y otra positiva”.
NADIE SIGUE EL JUEGO A LAPORTA
Lo que viene a demostrar esto es que Laporta se está quedando cada día más solo. Nadie sigue su absurdo juego de "Quiero ser político", y sus intentos de manipular a los medios de comunicación con amenazas y extorsiones son una prueba de que este personaje con alma de revolucionario de poca monta va a ser, si llega a ser político, el hazme-reir de la sociedad catalana y española.
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