Se cree el ladrón que todos son de su condición

La prensa catalana empieza con sus habituales lloriqueos


Esta mano tiene pinta de penalti




En Barcelona duele escuchar la realidad. La misma que Defensa Central lleva denunciando desde hace tiempo, como el vergonzoso robo a mano armada al Chelsea la temporada pasada, y que algunos estómagos agradecidos se empeñan en olvidar, tal vez por vergüenza, tal vez por evidencia.

Los últimos acontecimientos acaecidos en las áreas del Campo Nuevo echaron más leña al fuego. Xavi se tiró a la piscina al estilo Phelps en el área del Espanyol. Penalti. Risitas y gracias, como de costumbre. La realidad: el enésimo robo a un rival en el estadio azulgrana. Ante el Villarreal, más de lo mismo. Dos penaltis escamoteados a los visitantes. El Barcelona no se podía merecer otro apodo que el de Lupen, el ladrón de guante azulgrana. Fue tan evidente y descarada la enésima fechoría en el Campo Nuevo que alguna tímida voz se levantó afirmando que en ese estadio no se pitaban penaltis a los visitantes: ¡aleluya, Lupen empezaba a robar con ojos encima! Más de dos años después algunos se dan cuenta. Así es nuestro país.

Después de clarificar, muy por encima, la realidad de este Barcelona, el equipo-Lupen, el que atraca, roba y gana por decreto, resulta que la prensa catalana se echa las manos a la cabeza y lloriquea porque la “caverna mediática” desenmascara al equipo del sextete robado. Todo porque al Sevilla le pitaron un penalti descaradísimo del nuevo Beckembauer del fútbol europeo, el tal Chynsgrynskiy, algo a lo que no estaban acostumbrados. Mejor no saber que pasará el día que haya un penalti injusto en contra del Barcelona...pero, ¿habrá pasado eso alguna vez?