El penúltimo (porque estamos seguros de que habrá más) tiene que ver con una operación inmobiliaria que tiene más sombras que luces. Según informa elconfidencial.com, un socio de la entidad blaugrana, Luis del Val, habría denunciado que, a la hora de adquirir los terrenos pertenecientes al patrimonio de Viladecans (de alrededor de 28 hectáreas) lo habría hecho cobrando una comisión de hasta tres millones de euros proveniente de la empresa vendedora (Inversiones Divabe).
Tras conocerse este escándalo, uno más en la colección de Lapuerta, el Barcelona se apresuró a publicar una nota de prensa jurando y perjurando que la entidad ni ninguno de los miembros de la Junta Directiva habría recibido ese dinero del que se está hablando: "El Barcelona no ha tenido nunca ninguna relación con la sociedad Divabe, que el contrato es con Golf de Viladecans, propietaria de los terrenos. El barcelona ignora las valoraciones que la entidad Divabe puede haber efectuado y si estas son o no correctas. Que antes de la compraventa, el Barcelona pudo constatar que la entidad Golf de Viladecans era la propietaria de los terrenos por haberlos adquirido en diversas operaciones en los años 1994, 1999, 2000 y 2004, es decir, mucho antes de firmarle el contrato con el FC Barcelona".
A estas alturas de la pelicula, ¿quién se cree a estos señores? Y es que no es el primer escándalo de esta clase que sale a la luz. Los vecinos de la zona del Mini Stadi todavía siguen quejándose del poco tanto que tuvo con ellos el Barcelona y el Ayuntamiento de la Ciudad Condal cuando se vendieron los terrenos anexos a ese estadio. Pero claro, si ésta gente se gasta sin pudor alguno 150.000 euros provenientes de sus socios sólo para viajar en avión a Ucrania, ¿creen ustedes que tendrían reparo alguno en recibir comisiones por valor de tres millones? La respuesta parece bastante clara...
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