Quieren a Ovrebo todas las jornadas

Cada vez que pierden, todos los culés apuntan con fuego hacia el árbitro





Hace tiempo que Guardiola dijo en rueda de prensa que ni él ni ninguno de sus jugadores hablaría nunca sobre los árbitros, pero parece que cuando han llegado los momentos duros se han pasado todo esa indicación por el 'arco del triunfo', porque claro, es que es muy fácil ser perfecto cuando todo te sale bien. El propio entrenador del Barcelona ya se enfrentó el sábado al cuarto árbitro en el túnel de vestuarios tras partido que su equipo empató en Liga ante el Espanyol, y ayer en la Champions League fue el capitán culé el que la lió después del pitido final también en el túnel de vestuarios. Parece que es el lugar preferido por los culés para montar las broncas, quizás amparados en que ahí no llegan los medios de comunicación.

Xavi se la montó a Mourinho en el túnel de vestuarios

Mourinho se acercó a hablar con Xavi, y éste le vino a decir que "estaría contento con la actuación del árbitro", que era portugués como él (un hecho irrelevante pero que incomprensiblemente ha levantado muchísimas suspicacias en Can Barça, ya saben que con el recurso del pataleo todo vale). El técnico del Inter entonces quiso poner un poco de cordura en la conversación y le recordó al '6' culé la actuación de Ovrebo en el partido de vuelta de las semifinales del año pasado ante el Chelsea, donde el árbitro no pitó descaradamente al menos seis penalties a favor del club inglés.

Y es que parece que los jugadores del Barcelona quisieran que un Ovrebo les pitara todas las jornadas para así tener garantizada la victoria. Porque cuando ganan no se habla del árbitro, pero cuando se pierde... ¡que tiemble el colectivo arbitral! Ya ante el Espanyol el motivo de las quejas era que si la expulsión de Álves era rigurosa y que si los pericos se habían empleado con dureza (¡qué pena no saber lo que hubieran hecho si llegan a jugar ante el mismo Valladolid que cosió a patadas al Madrid hace poco en el José Zorrilla!). Y ayer fue que si hubo fuera de juego en el tercer gol y que si hubo dos penalties no pitados cuando los jugadores del Inter soplaron a los del Barcelona en la nuca. Y el discurso fue al unísono. Ni un solo jugador del Barcelona no se quejó de la actuación de Olegario Benquerença en una actuación coral lamentable para los que se vanaglorian de ser los mejores del mundo.


 

Todos los jugadores culés se quejaron de Olegario Benquerença tras el partido

"Es penalti, controlo con el pecho y siento un golpe", dijo Piqué, que en su típico tono chulesco dio por seguro que "el partido de vuelta se les hará largo, son dos goles y seguro que somos capaces de remontarlos". Por su parte, el protagonista del otro supuesto penalti que reclamaron los culés también levantó la voz: "Tengo el balón dentro del área y me toca la pierna de apoyo sin posibilidad de tocar el balón y eso es penalti" reclamaba el teatrero Dani Álves tras el partido. Otro que tampoco se calló la boca fue Pedro. "El árbitro no ha estado acertado, porque se ha cortado mucho el juego, y eso es una pena" decía el autor del único y solitario gol culé. Como decía Mourinho, una actitud impropia de un equipo de la categoría que se le presupone al Barcelona.