Al llegar a la preidencia, Lapuerta se propuso un reto: que el Barcelona fuera la entidad deportiva con la mayor cantidad de socios del mundo. Al principio que los culés picaron el anzuelo, y acudieron en masa a las oficinas del club a seguir las plegarias de su presidente. Pero la mayoría de ellos se han llevado una gran decepción y, según un informe publicado por la web Pelikano, pasados dos o tres años pagando religiosamente su cuota, deciden darse de baja decepcionados por las pocas expectativas de obtener un abono para su estadio.
Y es que muchos adquirieron su carnet de socio con la falsa promesa de ser inscritos en una lista de espera para poder adquirir su tan ansiado abono. Es más, esa lista de espera nunca llegó a existir, por lo que se trató de una tapadera para que los aficionados del Barça llenaran con sus cuotas las arcas de la entidad blaugrana tragándose a cambio unas mentiras infundadas. Pero es que además, los estatutos del club establecen que no pueden votar en las elecciones presidenciales al menos que no tengan una antiguedad de más de cinco años, y escasas oportunidades de obtener entradas para los partidos en el Campo Nuevo a través de los canales oficiales del Barcelona. En definitiva, un total abandono que nada tiene que ver con lo que acontece en el Real Madrid. Es lo que tiene ser el segundo.
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