Y es que hay que recordar que el colegiado noruego fue uno de los máximos artífices de que el Barcelona jugara la final en Roma al no pitar hasta seis claros penalties a favor del Chelsea. Sin embargo, este año los de Guardiola no han contado con la misma ayuda por parte del trencilla. Eso sí, faltó poco.
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| Captura de Busquets simulando una agresión |
El árbitro belga se encontró ante un partido complicado de pitar por las numerosas quejas de los jugadores del Barcelona, que pretendían que la defensa del Inter se abriera como hizo Moisés con las aguas del Mar Muerto, y claro, en alguna tuvo que picar. Y lo hizo muy pronto, al minuto 30 cuando a Busquets le dio por tirarse cuando Motta protegía un balón y sin mala intención tocó con su mano la cara del jugador culé. Segunda tarjeta amarilla y a la calle injustamente, dejando al Inter con diez jugadores durante sesenta minutos mientras que Busquets se regodeaba de la acción desde el suelo.
Y la segunda llegó casi al final, cuando validó el gol de Piqué. El defensa blaugrana hizo una buenísima maniobra, pero eso sí, partió en clara posición de fuera de juego al pase de Xavi. A pesar de ello, ni árbitro ni asistentes dijeron nada, el tanto subió al electrónico y a punto estuvo de costarle la eliminación al Inter, pues el Barcelona ya sólo necesitaba un tanto más. No hizo la de Ovrebo, pero De Bleeckere estuvo a punto.
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