Una final con el mejor escenario posible

El Bernabéu recibe a la final de la Liga de Campeones 30 años después





Treinta años después el coliseo madridista vuelve a convertirse en el epicentro del fútbol mundial, en el escenario del choque que designa al mejor equipo europeo del curso al que soñaba presentarse el Real Madrid, eliminado víctima de sus errores ante el Lyon en octavos, y el propio Barcelona, que sucumbió en semifinales ante el Inter del portugués Jose Mourinho.

El choque se presenta además como un duelo de banquillos entre el 'maestro' Louis van Gaal, que también sabe lo que es ganar la Liga de Campeones cuando dirigía al Ajax, y el 'alumno' Mourinho. Ambos coincidieron en el Barcelona entre 1997 y 2000 y el holandés le recomendó al luso que no se marchara al Benfica si era como segundo del cuadro lisboeta, que siguiera con él.

Años después volverán a verse las caras. Uno de los dos volverá a coronarse y se unirá a Ernst Happel (Feyenoord en 1970 y Hamburgo en 1983) y Ottmar Hitzfeld (Borussia Dortmund en 1997 y Bayern en 2001) como únicos técnicos que pueden presumir de ganar el título con dos equipos distintos. Ganar en el Bernabéu no significa tan solo relevar en el trono al Barcelona, sino que además es el requisito para tratar de emular al equipo de Pep Guardiola y lograr los seis títulos.

Bayern e Inter llegan a Madrid con el 'doblete doméstico' bajo el brazo y, de ganar la Liga de Campeones, pueden repetir la gloriosa andadura azulgrana con las Supercopas y el Mundial de clubes. El conjunto bávaro persigue su quinto título tras enlazar tres en la década de los 70 y el último en Milán frente al Valencia en 2001, con lo que igualaría con el Liverpool en la tercera plaza histórica, y el Inter busca el tercero 45 años después de lograr ante el Benfica su segunda Copa de Europa consecutiva.


El camino hacia el Santiago Bernabéu no ha sido fácil para ambos conjuntos, que han estado cerca del k.o. pero han solventado todos los escollos que se han cruzado en el camino, principalmente Manchester United el Bayern y Chelsea y Barcelona el Inter. Los tres encabezaban las quinielas para estar en Madrid este 22 de mayo.

Orden frente a oficio

Van Gaal y Mourinho han movido los peones con precisión y hasta con fortuna, factores indispensables para alcanzar la gloria balompédica. La final se plantea, por tanto, como una partida de ajedrez sobre el tapete madridista con piezas estelares. Robben ha sido determinante en la marcha ascendente del equipo alemán y todo un estilete junto al balcánico Ivica Olic, una de las grandes revelaciones de la temporada. De la actuación de ambos en ataque dependerá en buena medida la suerte del Bayern en esta final.

Ficha técnica:

Alineaciones:

Bayern Múnich: Butt; Lahm, Van Buyten, Demichelis, Badstuber; Robben, Schweinsteiger, Van Bommel, Altintop; Mueller, Olic

Inter Milán: Julio César; Maicon, Lucio, Samuel, Zanetti; Stankovic, Cambiasso, Sneijder; Eto'o, Milito y Pandev.

Árbitro: Howard Webb (ING).

Campo: Estadio Santiago Bernabéu.

No obstante, este Bayern de Van Gaal se ha caracterizado por su trabajo armónico, que tratará de hacer valer ante otro equipo como el Inter en este sentido similar. Tras ganar en la ida de las semifinales al Barcelona por 3-1, el despliegue defensivo interista en el Camp Nou fue tan enorme como efectivo, aunque lógicamente en el Bernabéu se espera un equipo no tan obligado a pertrecharse atrás y más abierto.

La seriedad atrás y en el medio centro serán, obviamente, armas a las que Mourinho no puede renunciar, como tampoco las subidas por las bandas de hombres como el lateral diestro, el brasileño Maicon, para provocar alternativas al ataque que capitaliza con su movilidad Sneijder y que rubrican el argentino Diego Milito y el camerunés Eto'o, que luchará por su tercera Liga de Campeones.

En el apartado de bajas cada equipo tiene una importante. El Bayern al extremo francés Franck Ribery, expulsado en el partido de ida de semifinales ante el Lyon y sancionado con dos partidos, y el Inter al centrocampista brasileño Thiago Motta, que vio la roja en el Camp Nou y no podrá ayudar en la medular a Cambiasso, quien tendrá una dura pugna con otro campeón de Europa con el Barcelona, Mark van Bommel, por adueñarse de dicha zona.

El hábil y trabajador turco Hamit Altintop se presume que será de nuevo el relevo de Ribery, mientras que Mourinho debe resolver su puzzle para plantear un 'once' con el que poner fin a la sequía del Inter de casi medio siglo antes de meditar durante unos días qué es lo que hace con su futuro.