Después de pasar por exámenes físicos, ambos fueron autorizados en la noche del domingo por el cuerpo médico de la selección para unirse a los trabajos normales del grupo. Luis Fabiano entrenó ayer sin problemas y en la mañana de hoy se movió con confianza durante el primer y único entrenamiento con balón, mientras que Kaká hizo el lunes y durante la jornada matutina del martes un trabajo de acondicionamiento físico separado del resto de la plantilla.
Unas 2.500 personas se congregaron hoy en las afueras del Centro de Entrenamiento Cajú con la esperanza de que Dunga volviera autorizar la entrada del público, como ocurrió el lunes por la tarde, pero no tuvieron la misma suerte.
Robinho y Kaká, los principales ídolos de la selección, encabezaron el grupo y fueron los más aclamados por los aficionados, que no pararon de gritar los cánticos tradicionales de animación del fútbol brasileño.
La selección brasileña emprenderá mañana mismo desde Brasilia el viaje a Johannesburgo, donde se unirán Lucio y Maicon, jugadores campeones de Europa con el Inter de Milán y que, al igual que Julio César, habían sido autorizados para trasladarse directamente hasta Sudáfrica.
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