Así no se gana un Mundial

El escenario donde se celebraba el encuentro, Innsbruck, no hacía pensar que a España se le pudiera nublar su fútbol de toque, y menos aún a dos semanas vista del comienzo del Mundial de Sudáfrica. La tierra donde se forjó el sueño de la Eurocopa hace dos años fue escenario del que sin duda ha sido el peor partido del combinado nacional desde que Vicente del Bosque es seleccionador. Y es que la selección careció del fútbol de desborde, toque y velocidad que ha caracterizado este equipo en los últimos años.

No debemos olvidar tampoco que se trataba de un partido amistoso, y así se lo han tomado tanto los jugadores como Vicente del Bosque. Con Fernando Torres de baja, España ha salido con tan solo un delantero, David Villa, y una línea de cuatro por detrás del asturiano compuesta por Xavi, Xabi Alonso, Silva e Iniesta. A pesar de contar con todos estos jugadores en el once, los de Del Bosque no tuvieron el juego fluído de siempre, algo que se agravó con el gol de los árabes tras fallo garrafal de Casillas (Hawsawi, min.17).

Con Xavi Hernández fuera de sitio, y Busquets muy impreciso en el pase, fueron Iniesta y Silva los que se llevaron el peso del fútbol del equipo español. Sin duda la recuperación física del de Fuentealbilla fue lo mejor del encuentro, y de sus botas nacieron las mejores jugadas de 'La Roja' en la primera parte, incluida la del gol. Todo vino por una jugada por la izquierda del manchego, cuyo centro fue rematado por Villa en la frontal del área pequeña. Se llegaba así al descanso con la alegría del empate, pero con las dudas del triste juego desempeñado por los españoles en la primera parte.

LLORENTE ARREGLA EL DESAGUISADO

A la reanudación no cambió la tendencia. Por no cambiar no lo hicieron ni los jugadores. Y es que Del Bosque apostó por los mismos que se mostraron desganados en la primera parte. Y así siguieron en la segunda parte. A Xavi parecía que la historia no iba con él. Iniesta y Silva se fueron deshaciendo como si de un azucarillo se trataran. Sólo Xabi Alonso era el único dispuesto a dar la cara por los suyos, y con un disparo suyo desde la frontal del área puso al equipo español por delante en el marcador.

Tras el 2-1 vino el típico carrusel de cambios propios de estos partidos amistosos de medio pelo, lo cual acabó de desconcertar al equipo español. Los árabes, que no es de extrañar que no se hayan clasificado para el Mundial, se encontraron entonces con el empate de casualidad, merced a un disparo de Al Numare desde la frontal del área que rebotó en un compañero y que despistó por completo a Casillas.

Se empezaba a mascar la tragedia, el debate sobre si Casillas debía ser titular, que si ibamos de sobrados para el Mundial... Menos mal que apareció Llorente en el min.93 para marcar de cabeza el definitivo 3-2. Un resultado tranquilizador de cara a la preparación del Mundial, pero preocupante de cara a las aspiraciones de este equipo en esa competición. Desde luego, jugando como se ha jugado ante Arabia se antoja muy complicado pasar el cruce de octavos. Así que, más vale espabilar si no queremos volvernos para casa como lo hemos hecho siempre: con el culo al aire.