Dinamarca, en representación del fútbol nórdico

Está encuadrado en el grupo E junto a Japón, Camerún y Holanda


Dinamarca, en la derrota ante Sudáfrica




La 'Dinamita Roja', sorprendente campeona de Europa en 1992, su mayor éxito, tiene buenos argumentos para viajar a la cita con optimismo. Uno de ellos, el principal, es la magnífica fase de clasificación realizada, ganando con autoridad uno de los grupos con más 'gallos' del corral europeo. Los pupilos de Olsen dejaron sin billete a dos rivales incómodos como Hungría y la 'vecina' Suecia, obligando a jugar la repesca a la Portugal de Cristiano Ronaldo, a la que vencieron en Lisboa. Lograron su pase, además, con una enorme solidez y sin pasar ningún apuro.

Los daneses sólo sufrieron una derrota en toda la fase clasificatoria y ésta llegó cuando ya tenían su billete para Sudáfrica. Los escasos cinco goles que recibieron en diez encuentros sirven como pista para adelantar las claves de un equipo muy trabajado. Ahora, ante una de las aspirantes como Holanda, un combinado africano como Camerún, que jugará en 'casa', y la modesta Japón, tratará de seguir en esta buena línea y clasificarse para los octavos.

Lars Jacobsen y el central del Liverpool Daniel Agger encabezan esa firmeza defensiva. Huérfanos de la figura del 'imbatible' Peter Schmeichel en la meta, una leyenda en su país, la portería está en 'peligro' por la lesión del sólido Thomas Sorensen, que apura para llegar en condiciones a Sudáfrica. En la medular, mucho trabajo y despliegue físico de la mano del ex sevillista Christian Poulsen, auténtico timonel del equipo, y Daniel Jensen, junto con el desborde que genera Martin Jorgensen por los costados y las expectativas que hay puestas en el jovencísimo Christian Erikssen, del Ajax. Y en la punta, el veterano Dennis Rommedahl sigue en forma desde la banda y el gol es cosa del joven Nicklas Bendtner y del veterano Jon Dahl Tomasson.

Bendtner y Tomasson, 12 años de diferencia


Y es que muchas de las esperanzas de Dinamarca de superar el primer grupo pasará por el acierto que puedan tener el delantero del Arsenal y el del Feyenoord, separados por doce años y que representan dos generaciones de goleadores. Bendtner, de 22 años y 1,91 de estatura, ha sido uno de esos futbolistas que ha crecido al amparo de Arsene Wenger en el conjunto 'gunner'. El técnico francés ha sido el encargado de darle confianza tras la marcha de Emmanuel Adebayor y la lesión de Robin Van Persie, pero le sigue faltando regularidad y una mayor tranquilidad a la hora de encarar al portero rival.

De características similares, pero menos alto (1,81), es Tomasson, a punto de cumplir 34 años y con una hoja de servicios más extensa. Pese a su sequía en la fase de clasificación, el ex jugador del Villarreal y Milan tiene un 'olfato' más desarrollado que Bendtner y está a tan sólo un tanto de igualar a Poul Nielsen como máximo anotador de la historia del país con 52 goles.

Experiencia y confianza en el banquillo

En el banquillo aparece la figura de Morten Olsen, miembro de la mejor generación del fútbol danés, aquella formada por Michael Laudrup, Soren Lerby o Eljkaer Larsen, y que recibió el apodo de la 'Dinamita Roja'. Olsen lleva casi una década al frente del combinado nacional y dada su experiencia nunca ha desdeñado el fútbol ofensivo, aunque sabedor de que ahora mismo no existe tanto talento arriba como en la década de los 80.

El veterano técnico, de fuerte carácter, conoce a la perfección todos los entresijos de su equipo y haga lo que haga en Sudáfrica ya ha renovado hasta 2012, lo que deja claro el respeto que se le profesa en su país, donde no se le ha criticado que no se clasificase para el Mundial de Alemania ni la Eurocopa de Austria y Suiza.