Duelo vital en busca de los octavos

Ambas selecciones apuran su crédito


Etoo, en un partio con Camerún




Muchos fueron los que aplaudieron la llegada del técnico francés Paul Le Guen al banquillo camerunés, e incluso el equipo experimentó un giro radical en la fase preliminar y logró clasificarse tras un titubeante inicio, pero fue llegar a Sudáfrica y los fantasmas del pasado regresaron de nuevo al combinado africano, que ante Japón volvió a ser el equipo desdibujado, sin orden ni criterio, que apuesta todo a una condición física que a veces no basta.

Preocupante tuvo que ser para el laureado técnico de Camerún que un desconocido como Takeshi Okada le ganará el duelo táctico que se presentó sobre el césped de Bloemfontein, pero peor aún fue comprobar como jugadores de la talla de Eto'o, Emana o Webó eran incapaces de dar dos pases seguidos que intimidasen a la defensa nipona, a la que le bastó con un poco de orden táctico para doblegar a una selección que abusó de su corpulencia y terminó desquiciada.

Con este panorama Paul Le Guen repetirá el 4-3-3, aunque ahora está obligado a incorporar jugadores de mayor creatividad en la medular, por lo que el centrocampista del Arsenal Alexander Song podría regresar al once en detrimento de Enoh, que no aportó nada ante los nipones. Achille Emana, de lo mejor en el debut, podría jugar de inicio enlazando con la delantera africana, que repetirá con Moting por la derecha, Samuel Eto'o por la izquierda y el delantero del Mallorca Pierre Webó como única referencia.

Olsen, sus dudas y el futuro del fútbol nórdico


A medio camino entre el cambio generacional, debatiéndose entre apostar por el fútbol moderno o permanecer fieles a su talento innato,  Dinamarca llegó al Mundial de Sudáfrica ilusionada tras sus victorias sobre Suecia y Portugal; sin embargo, la derrota ante Holanda en el debut le ha devuelto a la cruda realidad de optar a la segunda plaza del Grupo E.

El veterano seleccionador danés, Morten Olsen, que cumple su décima temporada al frente de los 'vikingos', esconde sus cartas y juega al despiste barajando cambiar su habitual 4-2-3-1 por un 4-3-3, más equilibrado y con mayor presencia por bandas, pero también más frágil en la medular, verdadero talón de Aquiles de los daneses.

A Dinamarca no le bastó su solidez sin brillo ante Holanda, y la mala suerte en forma de autogol, demostró que le faltan argumentos para competir con equipos de mayor nivel. Mañana, con el futuro en juego, la 'Dinamita Roja' deberá recuperar su mejor versión y ser más ofensiva para no despedirse antes de tiempo.