La samba brasileña no pudo con la efectividad holandesa

El gol en propia puerta marcó el devenir del partido


Felipe Melo marca gol en propia puerta




Holanda, que estuvo por resultado y sensaciones eliminada del Mundial durante muchos minutos, reaccionó y se llevó una sorprendente victoria que deja al Mundial huérfano de uno de los favoritos y que la clasifica para una semifinales en las que espera al ganador del duelo de esta noche entre Uruguay y Ghana.  

La selección brasileña salió de inicio con una apuesta brillante de solidez y claridad de ideas y con la intención de resolver el partido lo antes posible para zanjar las dudas que su juego había generado en los encuentros precedentes y certificar su favoritismo al título. El comienzo brioso de la 'canarinha' pudo permitirle encarrilar el partido con apenas seis minutos jugados, pero el árbitro anuló un gol a Robinho por fuera de juego previo. Fue sólo un aviso, ya que en el 10 el ex madridista aprovechó un gran pase de Felipe Melo, para adelantar a los suyos. También colaboró el favor de la defensa holandesa, que falló estrepitosamente. Ni Heitinga ni Ooijer, que había suplido a Mathijsen, que se lesionó en el calentamiento, pudieron frenar las acometidas del ex madridista.

Tras el gol, Kuyt probó a Julio César en una de las escasas apariciones de Holanda, pero Brasil se mostraba muy superior y primero Juan, que remató alto tras una asistencia de Alves, y luego Kaká, tuvieron el segundo en sus botas. El centrocampista del Real Madrid recibió un balón en el área tras otra gran acción de Robinho --que demostró lo bien que le han sentado los meses que ha jugado sin presión en el Santos-- y lanzó un espléndido remate a la escuadra ante el que Stekelenburg se lució al filo de la media hora de partido.

La defensa de la 'oranje' se mostró incapaz de frenar las oleadas de los jugadores de la 'verdeamarela', ya que todos rayaron a su mejor nivel, y su único respiro fue que, tras una primera mitad tan desequilibrada, el resultado fuera tan corto para los de Dunga


FICHA TÉCNICA:

Holanda 2: Maarten Stekelenburg; Gregory Van der Wiel, John Heitinga, Andre Ooijer, Giovanni Van Bronckhorst; Mark Van Bommel, Nigel De Jong; Wesley Sneijder, Dirk Kuyt, Arjen Robben; y Robin Van Persie (m.85, Jan Huntelaar). Seleccionador: Bert Van Marwijk.

Brasil 1: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan, Michel Bastos (m.62, Gilberto); Gilberto Silva, Felipe Melo, Daniel Alves; Kaká; Robinho y Luis Fabiano (m.77: Nilmar). Seleccionador: Dunga.

Goles: 0-1, m.10: Robinho. 1-1, m.55: Felipe Melo en propia meta. 1-2, m.68: Sneijder.

Árbitro: el japonés Yuichi Nishimura expulsó a Felipe Melo (m.73) por falta sobre Robben. Y amonestó a Heitinga, Michel Bastos, Van der Wiel, De Jong y Oojier.

Incidencias: partido de los cuartos de final disputado en el estadio Nelson Mandela, de Puerto Elizabeth, ante 46.732 espectadores.

En la segunda parte todo cambió

No parecía que el partido tuviera previsto un cambio de guión, pero lo tuvo de forma inesperada. Sneijder envió un balón al área desde la derecha, Julio César no midió la salida y Melo cabeceó en propia puerta para igualar la contienda. El tanto dejó en 'shock' a los de Dunga, mientras que Holanda se reestructuró y se asentó en el centro campo como si de un comienzo nuevo se tratase después de su paupérrima primera mitad. El técnico brasileño quitó a Bastos, que tenía una amarilla, en previsión de que los principales ataques de los helvéticos llegaran por su banda.

Y así fue, en un nuevo fallo de la zaga brasileña. Robben botó un corner que Kuyt peinó hacia atrás, para que Sneijer, que no dudó en echarse el equipo a sus hombros, cabeceara al fondo de la red ante la inoperancia de los centrales.

Felipe Melo comete una estupidez

El panorama se ennegreció todavía más por una acción censurable de Felipe Melo, que propinó un pisotón alevoso a Robben y fue expulsado, en otro paso más de la histeria que embargó a Brasil, que no supo asumir el verse por detrás en el marcador por primera vez en la cita.

La 'penta' intentó sacar su casta y gozó de varias oportunidades claras que desbarató Stekelenburg, otro de los héroes del partido, que contó con poca ayuda de sus compañeros de zaga. Pero el acoso, más 'como pollos sin cabeza' que con verdadera seriedad, no tuvo frutos y se certificó la primera sorpresa de los cuartos de final. Mientras, Brasil deberá esperar a conquistar dentro de cuatro años en casa su sexta corona.