Nadal amplía sus límites en Wimbledon

El madridista arrasó en la final a Tomas Berdych por 3-6, 5-7 y 4-6


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El español comenzó el partido muy agresivo, intentando quitarle la iniciativa al checo y aprovechando el saque al cuerpo en sus saques, táctica que utilizó en varias ocasiones en la semifinal ante Murray. Pese a todo Berdych aguantó su servicio y se animaba a la hora de resolver los puntos en la red. De hecho, puso en ciertos apuros al español en su tercer juego, en el que tuvo que echar mano de su casta en el 30-30 para no perder su servicio.

A partir de ese momento, Nadal empezó a dominar el encuentro y ya en el cuarto juego con servicio de Berdych, consiguió tres puntos de 'break' con un magnífico paralelo. El maraconí no desaprovechó la oportunidad y rompió el servicio de su rival. Tras solventar con rapidez su servicio, Nadal volvió a disfrutar de dos bolas de 'break' a favor en el 3-5. El checo solucionó la primera con un 'ace', pero el español no perdonó y se adjudicó el primer set del partido.

La reacción de Berdych no se hizo esperar y en el primer juego del español, tuvo una bola de 'break'. Pero Nadal supo rehacerse y consiguió la igualdad, y tras un disputado punto final salvó su primer juego del segundo set. Nada cambió y ambos ganaban sus servicios. Rafa con su saque al cuerpo que tan buenos resultados le estaba dando y el checo ajustando cada golpe. Hasta que en el sexto juego del checo, con un 5-6 en el marcador, Nadal volvió a sacar su agresividad y le rompió el servicio  sin concederle ni un sólo punto.

Ya en el tercer y último set, el maracorí imprimió un poco más de velocidad al partido consciente de su fortaleza física y obligó a Berdych a sacar lo mejor de su juego. A medida que avanzaba el juego, la clase del español surgió con golpes perfectos y en el quinto servicio del checo y con una derecha cruzada increíble se adjudico su segundo torneo en la hierba de Wimbledon. Con esta victoria, el español consigue su segundo torneo en la hierba de Wimbledon y sucede en el trono al suizo Roger Federer, ausente en la gran final por primera vez desde 2003 tras ser eliminado por el propio Berdych en cuartos.