Soberbio. Espectacular. Excepcional. Inconmensurable. No hay palabras para describir la actuación de Iker Casillas en la final de este domingo, pues si España logró la Copa del Mundo es en gran parte gracias al madridista. El cancerbero salvó dos claros goles a Robben en la segunda parte, cuando el extremo holandés se marchaba solo en el mano a mano y todo parecía perdido para los españoles.
El primero de ellos tuvo lugar en el minuto 61, cuando el ex madridista Robben se iba lanzado hacia la portería española. Sin embargo, Casillas mantuvo la sangre fría y logró despejar el remate del jugador de Bayern de Munich con el pie, mandándolo a córner. Sin embargo, ahí no acabó la exhibición de Casillas, ya que en el minuto 82 Robben se volvió a marchar en velocidad de Puyol y, aunque el central logró dificultarle el avance, el 'oranje' entró en el área con peligro. Sin embargo, una vez más el capitán español estuvo atento y logró hacerse con la pelota.
De esta manera, fueron dos acciones claves en las que Casillas demostró que, hoy por hoy, sigue siendo el mejor portero del mundo y, posiblemente, el mejor de la historia de España. Su actuación ha ido de menos a más durante este Mundial y al final ha logrado demostrar que no puede haber dudas en torno a su titularidad en este equipo.
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