Laporta clama venganza

El ex presidente del Barça prepara acciones legales contra Rosell





En concreto, Rosell presentará una querella criminal por presuntos delitos de "injurias, calumnias, atentado a la imagen y al honor, falsedad documental y falsificación en documento mercantil y maniobras para alterar el precio de las cosas", ha declarado en una entrevista a Europa Press y a Europa Press Televisión.

Asimismo, ha explicado que estudia demandar también penalmente a la auditora KPMG encargada de la 'due dilligence' que ha dado pie a reclamarle civilmente por supuestas irregularidades en las cuentas del club.

Por la vía civil, ha reiterado que pedirá impugnar los acuerdos adoptados por los compromisarios, argumentando que se vulneró el artículo 50 de los estatutos del club al impedir al presidente saliente explicarse ante los compromisarios.    

También ha pedido a la actual junta directiva de que, en el caso de que pierdan la acción social de responsabilidad, "asuman los coste de los honorarios" de los abogados, un gasto que en ningún caso debería asumir el club.


Para Laporta, el cuestionamiento de su gestión tiene "finalidades más mediáticas que efectivas", ya que en el último año el club ha registrado "los mayores beneficios de su historia", y ha lamentado la fractura social que se ha producido en el barcelonismo.    

ATAQUES A CIU Y ERC

El también candidato de Solidaritat Catalana per la Independència (SCI) a la Generalitat ha asegurado que dirigentes de CiU y el presidente del Parlament, Ernest Benach (ERC), están detrás de la demanda del FC Barcelona.

En una entrevista de Europa Press, ha certificado que sectores de ERC están interesados en perjudicar su carrera política ante la irrupción de SCI, que según distintos sondeos tiene posibilidades de entrar en el Parlament e incluso formar grupo parlamentario propio.    

"He tenido conocimiento de que personas de ERC tuvieron conversaciones con miembros de la candidatura de Rosell a la presidencia del FC Barcelona para decir: 'Te apoyaremos si cuando llegues te cargas a Laporta", ha declarado.    

Ha dejado claro que estas presiones no proceden del líder de ERC, Joan Puigcercós; el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira; el líder de los republicanos en Barcelona, Jordi Portabella, ni el ex secretario general de Vicepresidència, Rafael Niubó: "Son personas con las que tengo buena relación y que me aprecio", ha destacado el ex presidente azulgrana.

ERNEST BENACH

Laporta ha apuntado directamente a Ernest Benach, segunda autoridad de Catalunya y asiduo a la tribuna del Camp Nou durante su presidencia. También ha culpado a CiU de la demanda del Barça y ha dicho que el padre de Sandro Rosell "es de CiU", en referencia a su militància en CDC, y que la actual junta directiva "tiene vínculos muy estrechos" con el partido de Artur Mas.  

En concreto, ha considerado que la nueva junta son "niños de papel" a los que los "seniors" tienen que controlar, en referencia al consejo de 'sabios' del club que ha impulsado Rosell. Ha resaltado que Rosell "es una persona muy influenciable" y que puede ser "instrumentalizada" fácilmente ante los "poderes fácticos, políticos y mediáticos" que quieren que su carrera política fracase.

En cambio, a su juicio está ocurriendo todo lo contrario. "No calcularon bien la jugada, porque ahora estoy más fuerte y más motivado que nunca", ha resaltado Laporta, quien asegura que está recibiendo muestras de apoyo.

CAMPAÑA DE "DESPRESTIGIO"

Según Laporta, detrás de los acuerdos que adoptaron los compromisarios se encuentra el "espíritu de revancha, mala fe resentimiento e inmadurez" de Rossell y la actual junta directiva, ante quienes sólo puede sentir "lástima" por la envidia que tienen hacia él: "Intentan desprestigiar mi gestión de presidente para evitar que algún día pueda regresar", ha dicho Laporta, quien puntualiza que ahora quiere centrarse exclusivamente en trabajar para que Catalunya sea el próximo Estado de la UE.

Preguntado sobre la posibilidad de que pueda volver a optar a la presidencia del club cuando lo permitan los estatutos, Laporta ha echado balones fuera. "No lo he pensado. Ahora tocan las elecciones catalanas", ha concluido.