Villar, de rodillas ante Guardiola

El Barcelona no recibirá sanción tras sus 'pellas' ante Osasuna





Pero, desafortunadamente, estas decisiones de la RFEF ya han dejado de sorprender. Desde que Villar es presidente, los directivos del Barcelona siempre encuentran alguna escapatoria para librarse de las sanciones federativas. Ya lo consiguieron con el escándalo de las primas a terceros tanto al Tenerife como al Valencia, en los que Villar y sus secuaces ni siquiera se tomaron la molestia de iniciar una investigación.

El siguiente capítulo bochornoso fue cuando los culés, con Guardiola como capitán, decidieron ausentarse de la eliminatoria de la Copa del Rey que, en la temporada 1999/2000, les midió al Atlético de Madrid en el Camp Nou. El reglamente establece que, en caso de que un equipo no se presente a un partido de Copa, el club infractor debe estar sancionado con un año sin jugar ese año, además de la correspondiente multa económica. ¿Cuál fue el apaño con el Barcelona? Se le pone una multa ridícula y punto pelota, que la pela es la pela.

Luego está el lamentable episodio de lanzamiento de objetos al césped en el regreso de Luis Figo al Camp Nou como jugador del Real Madrid. Por caer cayeron hasta cabezas de cochinillo y botellas de Ballantines, pero la Federación no consideró esos hechos como graves, y aún se está a la espera de que, casi diez años después de esos hechos, el Camp Nou sea clausurado por aquello.

Y la última de los catalanes ha sido la de llegar una hora tarde en su partido del pasado fin de semana ante Osasuna ‘porque ellos lo valen’. Mientras que equipos como el Valencia, Atlético de Madrid y Sporting de Gijón se hicieron sus cinco horas, en el mejor de los casos, viajando por autobús, Guardiola y los suyos adoptaron una ridícula postura consistente en “o voy en avión o no voy”, con el consiguiente perjuicio ante Osasuna, que vio alterada la preparación de ese encuentro. Pero este despelote tampoco parece haber tenido importancia para la Federación, que ha decidido no intervenir en el asunto. Para que luego digan que el Villarato es una milonga…