El árbitro navarro Undiano Mallenco fue el mejor del Barcelona en Cornellá

Regaló goles a los de Guardiola sin ningún problema.


Undiano Malleco




Lo de este personaje llamado Undiano ya huele. Permitió el primer gol del Barcelona tras comerse una clara falta de Puyol sobre Callejón y, luego para más inri, fomentó el juego limpio del que tanto alardean los culés (por eso le van a guindar 30 kilos a los de Qatar por año) permitiendo que el Barcelona atacara con el mencionado Callejón en el suelo. De ahí llegó el 0-1. El Barça, obviamente, no echó el balón fuera ¿para qué? ¿para estropearle la fechoría a Undiano? Ni por asomo. Había que remachar el robo con un gol. Y Pedro lo hizo.

Menospreció constantemente al Espanyol

No se quedo sólo en eso Gaspar-Mallenco. Además de que frió a tarjetas al Espanyol cuando le salió del pito, sinónimo de silbato, permitió que Busquets, Alves y compañía nos deleitaran con algunas de sus actuaciones croqueteando por la hierba como si les hubiesen pegado un tiro en la pierna. El árbitro estaba en su salsa. Sólo le faltaba rematar algún córner sobre la puerta de Kameni. Para colmo, en un balón largo, concedió un gol a Xavi en evidente fuera de juego. Tan claro y llamativo como de haberse producido la misma jugada en el otro área la hubiera anulado sin dudarlo. Gaspar-Mallenco sabe la camiseta que viste y no lo disimula. Para rematar su particular faena, concedió dos goles más al Barcelona al borde del fuera de juego. No se pensó en anularlos en ningún momento.

Al Espanyol había que atracarlo por si se ponía gallito. Y Guardiola tan encantado. Ver cómo robas en casa del vecino impunemente tiene que ser la leche. Sólo el Barcelona sabe lo que se siente. Y si algún día le fueran mal dadas, ahí tiene a su hombre número 12 para echarles una manita: Undiano Gaspar-Mallenco. Él nunca lo haría. Él nunca fallaría a su Barça.