Desde el pasado verano el Schalke 04 se ha convertido en un equipo mucho más conocido de lo que era hasta entonces. La contratación de Raúl, procedente del Real Madrid, puso el nombre del conjunto alemán en todos los medios internacionales.
La apuesta del conjunto de Gelsenkirchen fue muy fuerte. Invirtió 26 millones de euros para llevarse además a Jurado y a Huntelaar e intentar competir en una Bundesliga cada vez más competitiva.
Dirigiendo el barco, un hombre con estrella, un entrenador que allá por donde va triunfa, Felix Magath. Pero este alemán, que ganó todo con el Bayern y llevó al Wolfsburgo a vencer un campeonato, no sólo ha apostado por los jugadores pseudo galácticos, sino que ha hecho una gran apuesta por la cantera.
Jugadores como el medio centro camerunés Joel Matip (19 años), que ya disputó el Mundial de Sudáfrica, el lateral Lukas Schmitz (22 años), y el medio centro Christoph Moritz (20 años), son asiduos en el equipo titular de los de Gelsenkirchen.
Parece que Magath quiere enmendar los errores que el club ha cometido en el pasado, cuando dejaron escapar a talentos como Mesut Ozil (22 años), hoy en el Real Madrid, o a Ilkay Gündogan (19 años), que juega en el Nuremberg.
Por ello se han apresurado a atar al último proyecto de crack surgido de sus categorías inferiores. Se llama Julian Draxler y tras debutar la semana pasada con el primer equipo los dirigentes del club le han presentado una oferta de renovación, que el media punta ha aceptado.
Sólo tiene 17 años, pero siete minutos ante el Hamburgo le bastaron para convencer a todos de que tiene suficiente calidad para jugar junto a Raúl. De hecho el equipo dominador este año en la Bundesliga, el Borussia Dortmund, ya le seguía los pasos.
Draxler es todavía un adolescente, pero tiene claro que su modelo a seguir es Zidane. De hecho, juega en su misma posición, por detrás de los delanteros. Admira a Mourinho, y desde siempre ha querido jugar en el Real Madrid o el Barça. Su mayor virtud es la técnica, gracias a una diestra fenomenal. Es habilidoso y eléctrico, y sobre todo tiene gol, como ya ha demostrado en el equipo B, con 14 goles y siete asistencias en 41 partidos.
Este chico se ha convertido en el cuarto jugador más joven en debutar en el torneo alemán tras nombres tan ilustres como Nuri Sahin, Juergen Friedl, e Ibrahim Tanko. Sin duda, el futuro es suyo.
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