Se acusa al entrenador del Arsenal de haber intentado desestabilizar al Barcelona con esta operación a tan solo dos semanas de la disputa del partido de vuelta de los octavos de final de la Champions entre estos dos equipos. Si los culés realmente piensan esto, es que o tienen memoria selectiva, o definitivamente no tienen memoria. ¿Es que acaso no se acuerdan del apaño que le hicieron al Deportivo de la Coruña cuando, una hora antes del cierre del mercado de fichajes, ficharon a Rivaldo pagando su cláusula de rescisión?
Eso sí que fue desestabilizar a un equipo, y no el traspaso de un cadete. Porque esa es la otra: si tanto presume el Barcelona de ser el club que mejor cuida la cantera en nuestro país: ¿por qué no han hecho más para retener a su promesa? Aunque pensándolo mejor: si al Barcelona no le va a importar este verano más de 50 millones de euros por traerse de vuelta a Cesc Fábregas, se supone que tampoco les importará hacer lo mismo dentro de ocho años con este Jon Toral. ¡Ah no, que la pela es la pela…!
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