Barça y Madrid reniegan de Cesc

El capitán del Arsenal cuajó un lamentable partido el martes en la Champions





Y es que el partido del bueno de Fábregas ante el equipo de sus amores fue para grabarlo y enseñarlo en las escuelas de fútbol como ejemplo de cómo no se debe jugar un partido. A Francisco sólo le faltó quitarse la camiseta amarilla del Arsenal y enfundarse la azulgrana del Barcelona. Y es que el chico disimuló muy mal sus sentimientos. El taconazo que le dio a Iniesta en la jugada del primer gol de los de Pepe Guardiola fue para que todos los jugadores en bloque se fueran a abrazar con el jugador del Arsenal en vez de con Messi.

Un partido el suyo que no hizo sino abaratar su posible fichaje de cara al próximo verano, ya que no se puede hacer peor partido que el que hizo Cesc. Pero lo que más sorprendió de su actuación no fue que apenas tocara cinco balones en todo el partido, sino que el público del Campo Nuevo le dedicó una sonora pitada cuando fue sustituido. De ser considerado el hijo pródigo por el entorno culé ha pasado ahora a ser el ‘apestado’, el mercenario. Y es que, si de verdad siente los colores del Barcelona: ¿por qué no se ha rebelado de verdad ante Wenger para forzar un traspaso a la que fue su casa? Porque Fábregas, al igual que todo buen culé, es de mentalidad perdedora, y no quiere dar el salto al Barcelona a no ser que Guardiola le ponga de titular un día sí y otro también.

Y como sabe que en el Barcelona no va a ser titular, al ese culé de corazón llamado Cesc Fábregas le da también de vez en cuando el ir a suplicar a Florentino Pérez el que le fiche de cara al año que viene. ¡Cuánta hipocresía hay por ahí! ¿De verdad los madridistas quieren a un jugador que ha manifestado abiertamente ser culé hasta las trancas? ¿Se cree Fábregas que el Santiago Bernabéu es la sede de una ONG o qué? Lo dicho, a Fábregas se le van cerrando las puertas de poder jugar a la Liga Española. Y todo por haber elegido los colores equivocados. ¡Mala suerte, chaval…!