El Barcelona ganó en Villarreal con un gol de Piqué precedido de una mano clarísima

Un gol de Piqué, precedido de una mano clamorosa, acabó con el partido.





La mano de Piqué en el control, clarísima

El Villarreal pagó muy caro no aprovechar hasta tres clarísimas ocasiones de gol, que siempre encontraron la respuesta de un Valdés afortunado, y el Barcelona, que no perdonó, ya vislumbra su tercer título liguero consecutivo.

Villarreal 0: Diego López, Mario, Gonzalo, Musacchio, Catalá; Marchena (Cani, m.70), Bruno, Cazorla, Borja Valero; Rossi y Marco Ruben (Nilmar, m.56).

Barcelona 1: Valdes, Dani Alves, Piqué, Busquets, Adriano; Keita (Messi, m.53), Mascherano, Thiago; Iniesta, Afellay (Jonathan Dos Santos, m.84) y Villa (Bojan, m.70).

Gol: 0-1, m.66 Piqué.


Árbitro: Ramírez Domínguez (C. Andaluz). Amonestó por el Villarreal a Bruno y Marchena, y por el Barcelona a Piqué, Valdés, Busquets y Alves.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 30 de Primera División disputado en el estadio de El Madrigal ante 23.000 espectadores.

El Barcelona llevaba el peso del partido pero fue el equipo castellonense el que más cerca tuvo el gol gracias a la conexión Cazorla-Rossi. En dos ocasiones el internacional español se sacó de la chistera dos magníficas asistencias que el italiano no aprovechó porque se encontró a un Valdés que tuvo en la suerte su mejor aliado. Primero en un mano a mano y posteriormente despejando un disparo de Rossi, el meta barcelonista impidió que el Villarreal tomara el mando en el marcador.

El Barça echó en falta la clarividencia de Xavi en el último pase y la verticalidad de Messi, ya que Villa, que actuó en la posición del argentino, se encontró muy desasistido en todo momento, por lo que Diego López no pasó por grandes apuros en el primer acto del encuentro. Ante esta tesitura, Guardiola decidió dar salida a Messi en los primeros compases de la reanudación y retrasar a Iniesta para ayudar en labores creativas.

Sin embargo, el gol llegó a balón parado tras un saque de esquina que aprovechó Piqué, tras un control descarado con la mano que el trencilla nuestro de cada día decidió pasar por alto. Una ayuda que, no por ser habitual debe dejar de denunciarse, que acabó con el Villarreal y con el partido. Jugar con 12 cuando se tiene la camiseta azulgrana enfrente es una realidad irrefutable. Se mire por donde se mire.

El Villarreal buscó a la desesperada en los instantes finales empatar y tuvo la ocasión en la bota de Cazorla, que agarró una volea en el área que de nuevo encontró la respuesta de Valdés cuando El Madrigal cantaba el gol.