Agüero se sale con el City

El delantero argentino anotó dos de los cuatro goles del City en su estreno en la Premier


Sergio Agüero




Nueve minutos más tarde, con el City ya por delante gracias al bosnio Edin Dzeko (1-0), marcó el segundo de los locales y, a continuación (m.71), dio la asistencia del tercero a Silva, explotando una conexión que dio brillo al fútbol del equipo de Roberto Mancini. Aún guardaba más y, ya en la prolongación, Agüero marcó el cuarto del City con un derechazo potente desde 25 metros.

La goleada sitúa a su equipo en cabeza de la clasificación de la Liga inglesa, empatado con el Bolton, que también ganó por cuatro goles al Queen''s Park Rangers. El delantero albiceleste, que salió por el holandés Nigel de Jong, fue recibido por una grada ilusionada a la que no defraudó. En su primera acción correspondió al ánimo de los aficionados con un zurdazo que obligó al portero holandés Michel Vorn a emplearse a fondo.

El recién ascendido Swansea, que alineó de salida al español Ángel Rangel, había cerrado la primera parte con empate a cero pese a que el equipo del italiano Mancini le ahogó en la circulación de balón a partir del minuto veinte con Silva como referente ofensivo. El internacional hispano dispuso de las dos mejores ocasiones del primer tiempo a través de un disparo lejano colocado (m.23) que atajó Vorn (m.23) y, siete minutos después, por medio de otro remate que repelió el larguero (m.30). Aún así, el Swansea pudo adelantarse en un contraataque finalizado por Nathan Dyer que obligó a lucirse al arquero Joe Hart (m.53).

Sin embargo, el bosnio Edin Dzeko abrió la cuenta del City tras una excelente maniobra de Silva, que se deshizo de dos oponentes antes de habilitar en la banda a Adam Johnson para que sirviese el pase del gol (m.57).
Con el 1-0, la entrada del ''Kun'' resultó decisiva. Marcó el 2-0; a continuación inventó la asistencia para que Silva, sustituido a los 82 minutos, anotase el tercero; y, por último, marcó el cuarto en la prolongación. Tenía motivos más que sobrados para llevarse el balón de recuerdo. Ni siquiera necesitó cogerlo. Se lo regaló el árbitro Mike Dean.


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