El 'recital' de Stark estuvo claramente orientado a favorecer a los hombres de Pep Guardiola durante todo el encuentro, pero fue en el minuto 29 de partido cuando se inventó un penalti a Xavi Hernández que sólo el vío y cuya conversión fue vital para la posterior victoria visitante. El colegiado germano llegó con la lección bien aprendida y sabía que su consigna en caso de duda era siempre tomar la opción que más ayudara a los intereses del Barcelona. Stark seguirá progresando en la UEFA, no les quepa la menor duda.
Pero el espectáculo del alemán no finalizó ahí. Messi volvió a ejercer de 'niño malo culé' y lanzó el injusto penalti haciendo una 'paradinha' esperando a que el portero milanista se tirara hacia uno de los lados. Una falta de respeto hacia el rival como pocas veces se ha visto en un terreno de juego. Una nueva señal de como Messi aprovecha cualquier excusa para mostrar sus aires de adolescente malcriado y mimado.
Si otros hicieran eso ya estarían siendo lapidados por un amplio sector de la prensa. A Stark enseguida se le volvieron a ver los colores tras esa jugada ya que, después de amonestar a Messi con amarilla, sonrío a su ídolo en un gesto en el que pareció pedir perdón al argentino.
Tanto el penalti como el 'guiño' a Messi son dos signos del inadmisible arbitraje con el que Stark obsequió a una grada milanista que se marchó atónita ante el robo sufrido. Y lo peor es que en rondas posteriores, como viene sucediendo en los últimos años, habra más escándalos a favor de los culés. Seguro.
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