Y lo más probable, en vista de los antecedentes es que les hagan caso. Lo preocupante es que la acción es un gesto sin precedentes en un Iniesta que parece visiblemente transformado e iracundo. Tanto, que el propio Guardiola se vió obligado a sustituirle en vista de que podría hacer algo que le costase la roja y provocase que fuese imposible 'salvarle' para el siguiente partido. No fue suficiente que el barcelonista se tirara descaradamente en el área, sino que además ahora quieren que le quiten una amarilla más que merecida.
En 'Can Barça' saben muy bien que la Federación no podrá oponer resistencia y cederá ante las presiones para quitarle la tarjeta a Andrés Iniesta. Se trata de un jugador con muy buena imagen y confirmar la sanción no estaría bien visto por parte de la opinión pública. ¿Se atreverán a apoyar la decisión del colegiado o la presión azulgrana será demasiado fuerte? Pronto lo sabremos...
DEJA TU COMENTARIO