Sostres pone en su sitio a la prensa culé

El periodista de El Mundo se despacha a gusto sobre los diarios de Barcelona





"La peor lacra del barcelonismo es su prensa deportiva. No hay peor chabacanería. Cataluña expresa su provincianismo en su prensa deportiva. Ese forofismo paleto de quien ve el partido en el jacuzzi de un burdel con la bañera llena de señoritas y alrededor bandejas de canapés fríos". Así define Sostres a la prensa deportiva de Barcelona, véase Mundo Deportivo y Sport. El periodista de El Mundo no ha tenido pelos en la lengua a la hora de justificar el regionalismo de esta prensa por los intereses económicos que tienen: "En la prensa catalana sólo hubo ayer carraca localista, rancio regionalismo sin honor ni categoría. Es lo que cabe esperar de unos medios subvencionados que no existirían sin las ayudas directas e indirectas, conocidas e inconfesadas, de las distintas administraciones públicas de Cataluña".

Sostres ha desvinculado sin embargo al FC Barcelona de su prensa afín, asegurando que no tienen nada que ver: "El Barça de Guardiola es humilde en sus triunfos pero su prensa sigue anclada en la grotesca caspa del nuñismo; sin ninguna clase, sin ninguna altura. La prensa barcelonista sigue instalada en el resentimiento de quien está tan acostumbrado a perder y no sabe perder, que no sabe disfrutar de una victoria sino es a través de la humillación del adversario", ha resumido, asegurando que "la prensa catalana, tan aficionada a dar luego lecciones de ponderación, de objetividad y de periodismo, no sólo no está a la altura del fútbol del Barça, ni de su belleza cristalina, sino que lo escarnece y lo insulta con su insoportable zafiedad de saldo y esquina".

Finalmente, ha extrapolado sus críticas a ámbitos no deportivos y ha expresado su creencia de que el Barcelona no se merece una prensa así: "El Barça de Guardiola es demasiado internacional para una prensa a la que no se puede sacar de casa, demasiado elegante para tanto barriobajero repentino, demasiado generoso para unos periodistas tan mezquinos. Hay un atraso intelectual en Cataluña cuyo caldo de cultivo ha sido siempre el victimismo, y la exaltación de los más bajos instintos para tratar de disimular las competencias más variopintas. No sólo en el fútbol", ha concluido. Unas palabras que podrían traer cola, no cabe duda.