Así es, señores. En Barcelona temen el adiós de Guardiola al club azulgrana. La etapa en la que el de Santpedor ganaba los títulos por decreto parece haber finalizado gracias a la mano de Mourinho, que ha hecho del Real Madrid un rival tan digno como superior a los culés a pesar de las circunstancias externas. El partido de vuelta de cuartos de final de Copa ha marcado el destino de ambos equipos, pese a la clasificación de los azulgrana.
Guardiola es de los que abandona el barco antes de que se hunda, y así lo está demostrando ahora que vienen mal dadas para los suyos. El entrenador culé sigue sin renovar y la caverna se huele el cambio de ciclo. La marcha de un entrenador que ha llevado al club a su mejor época es motivo de preocupación entre los medios catalanes, que andan tratando de meter presión al técnico para que renueve. Sin embargo, las muestras de afecto hacia el entrenador no hacen más que evidenciar la dependencia que tiene el barcelonismo del 'filósofo'.
Curiosamente, en Cataluña no sacan portadas diciendo que "Don Imprescindible se hace el interesante". ¿Por que será? Por otro lado, la plantilla culé también ha comenzado a meter presión para intentar convencer al entrenador: saben que los días de gloria se les están acabando y creen que sólo Pep puede reflotar al equipo. Sin embargo, ni por esas. Guardiola no se siente capacitado para enfrentarse a este Madrid, y por eso duda tanto. No quiere caer humillado por Mourinho, y sabe que si se queda así será. De una u otra forma, el barcelonismo puede echarse a temblar... Si Pep se queda, puede quedar en evidencia. Si se va, el ciclo habrá finalizado de una vez por todas.
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