Guardiola no tiene memoria

Califica de "limpia" una competición que se lleva la palma en cuanto a robos culés





La historia del club catalán en el siglo XXI se escribe en la Champions Leagüe, pero los culés no deberían estar especialmente orgullosos de ella. Ya lo dijo Mourinho en la famosa rueda de prensa de los 'por qués': Ovrebo, De Bleeckere, Busacca, Frisk, Stark, Merk... son demasiados nombres los de los árbitros que han beneficiado al Barcelona tanto en la era Rijkaard como en la era Guardiola como para que ahora Pep tenga esas pérdidas de memoria y como para que los culés se vanaglorien de esas tres Ligas de Campeones.

Y es que, tanto la Champions de 2006 como las de 2009 y 2011 llegaron precedidas de escándalos arbitrales. ¿Casualidad? Hay que dudar de las casualidades cuando se hace un repaso a los principales "errores" cometidos durante las tres ediciones mencionadas. Comenzaremos recordando el gol anulado a Shevchenko en un Barça-Milán, en semifinales de Champions de 2006. Gol legal que hubiera eliminado al Barcelona y le hubiera dejado sin la posibilidad de viajar a París, donde los azulgrana consiguieron su segunda Copa de Europa con un arbitraje también favorable.

Misma ronda, distinto rival y distinto árbitro en 2009. Stamford Bridge fue testigo del robo más grande de todos los tiempos. Ovrebo se encargó de liquidarse al Chelsea tragándose hasta cuatro penaltis en el área del Barcelona y convirtiéndose (dudoso honor) en el noruego más famoso de toda Europa. Hiddinck no podía creérselo desde la banda, y Drogba y Ballack se comían a un colegiado que entró por la puerta grande en la historia negra de la máxima competición continental (Pueden recordar aquí la crónica de aquel robo sin precedentes en el mundo del fútbol: crónica Chelsea-Barcelona)

Al año siguiente, De Bleeckere se encargó de ponerle emoción a las semifinales de Champions expulsando a Motta por un supuesto manotazo a Busquets. Era el partido de vuelta y el Inter de Mou había ganado 3-1 en Italia. El equipo neroazzurro jugó casi todo el partido con un hombre menos, pero aún así pudo aguantar su ventaja y pasar a la final en la noche de los aspersores.


La temporada pasada, escándalo doble: Arsenal y Real Madrid fueron eliminados gracias a la inestimable ayuda de los árbitros en momentos puntuales. Primero fueron los ingleses, que se quedaron con uno menos tras ver Van Persie una segunda amarilla de chiste cuando más apretaban los de Wenger. Y ya en semifinales, Stark la lió parda con la expulsión de Pepe en una jugada en la que no tocó a Daniel Alves. En el partido de vuelta, nuevamente De Bleeckere hizo de las suyas para cortar de raíz una posible remontada, anulando un gol legal a Gonzalo Higuaín.

Esta es la limpieza de la Champions, Guardiola. Y eso que sólo hemos repasado los escándalos mayores. La próxima vez, antes de hablar, haz un poquito de memoria. O ten un poquito de vergüenza...

¿Es esta la limpieza de la Champions de la que presume Guardiola? Pregunten al Chelsea y vean este vídeo: